Camino de Lascuarre a Benabarre por el Castillo de La Mellera. Ruta realizada con la sección de senderismo de Montañeros de Aragón de Barbastro siguiendo una ruta reseñada por Carlos Bravo en su blog: Lascuarre a Bebabarre por La Mellera. El texto en cursivas corresponde a la transcripción de su blog.
Ruta de 14 kilómetros 4 horas y 605 metros de desnivel que se puede consultar y descargar en wikiloc:
Lascuarre y Benabarre son dos poblaciones ribagorzanas con un rico pasado histórico. Ambas tuvieron gran importancia en el periodo de dominación árabe, cuando eran destacadas plazas de la frontera septentrional de la España musulmana. Mantuvieron su papel relevante en el posterior condado de Ribagorza, del que Benabarre fue capital durante largo tiempo. Una y otra tuvieron un importante castillo: el de Benabarre aún conservado en parte y el de Lascuarre situado en tiempos donde hoy se levanta su voluminosa iglesia parroquial.
Las dos localidades cuentan con un bello casco urbano de trazado medieval, con callejuelas, plazas, soportales y rincones de gran encanto. Tanto en uno como en otro lugar hubo en el pasado una notoria presencia religiosa. En Benabarre tuvieron convento agustinos, dominicas y dominicos; estos últimos a las afueras de la población, en el importante convento de Linares, hoy completamente arruinado. A la entrada de Lascuarre quedan los restos de un antiguo convento trinitario.
Mapa de la ruta de Lascuarre a Benabarre |
1 Lascuarre
Salimos de Lascuarre, un pueblo en el Valle de Isábena. Destaca su iglesia de La Asunción. Es uno de los más representativos del gótico aragonés. Fue originariamente un templo románico documentado el año 1092 empleado como templo del castillo.
Lascuarre |
Empezaremos nuestro recorrido en Lascuarre en dirección sureste, tomando un camino que sale desde la fuente pública de la localidad. Descartamos a nuestra izquierda la pista que va a Luzás y tomamos el GR-1 que se dirige a Laguarres. Justo un kilómetro después de haber abandonado Lascuarre, dejamos a la derecha el GR-1 y seguimos por la izquierda, por una pista en buen estado que en el lugar denominan del Ubago.
Por un bosque de pinos y algunos robles centenarios, siempre en subida, alcanzamos el extremo oriental de la sierra de La Mellera. Aquí, el camino gira a la derecha y continúa, por pista de tierra y en dirección al oeste, hasta la llamada “caseta bllanca”, un antiguo refugio forestal frente al que se levanta un vértice geodésico. Antes habremos dejado a nuestra izquierda y bastante cerca de nuestro camino la ermita de San Justo y Pastor, con ábside poligonal y construcción aparentemente moderna. Sin hacer caso a la pista que sale por la izquierda de la “caseta bllanca” y que nos llevaría a Tolva, continuamos hacia el oeste por una ligera bajada
Debajo de los paredones que defienden el castillo de La Mellera, en el kilómetro 6,9. nos encontramos la fuente denominada de Font Freda.
Font Freda |
Unos cientos de metros más arriba nos encontramos el castillo de La Mellera en el kilometro 7,2.
Castillo de La Mellera |
Desde este punto se contemplan unas inmejorables vistas del valle del Isábena, con la cordillera pirenaica como magnífico telón de fondo. Justo en la cortada que cae hacia el norte, quedan restos de una de las paredes del que fuera el antiguo castillo de La Mellera. Se trata de una fortaleza ya documentada en el siglo XI como perteneciente al rey Ramiro I, que tal vez la habría heredado de su padre Sancho el Mayor. En lo alto de la roca y por los alrededores quedan esparcidas algunas piedras de lo que sería el viejo castillo, que probablemente contaría con una torre defensiva y un recinto amurallado.
Vistas hacia el norte desde La Mellera |
Bajando, a 500 metros nos encontramos un hermoso robre junto a una de las casas que forman la Aldea Ecológica El Aguilar.
Robre de La Mellera |
Edificio de la Aldea Ecológica El Aguilar |
4 Medardo
Para descender a Benabarre seguiremos siempre las marcas amarillas y blancas del PR-HU131. Pasaremos primero junto a una de las casas de la aldea ecológica y al cabo de unos minutos atravesaremos un amplio complejo ganadero con almacenes y establos para ovejas. Siguiendo la pista llegaremos al Coll Nuevo, donde, atentos a las señales, tomaremos a nuestra derecha un estrecho sendero que desciende en fuerte pendiente entre un bosque de pinos. Al final de la bajada se llega a la Fuente de Catró. Allí, junto a una pequeña presa que retiene las aguas del barranco de dicho nombre, se ha habilitado un agradable rincón con un par de mesas de madera. Desde aquí el camino transita durante un rato en paralelo al barranco de Catró, cuyo pequeño cauce encajonado entre rocas dejamos siempre a nuestra izquierda. Tras girar a la derecha y pasar junto a unos campos de labor, nuestro camino confluye con el GR-18 que, procedente de Benabarre, sube a la sierra por el llamado Coll.
En el kilómetro 14 de la ruta nos encontramos el Convento de Linares.
A pocos metros de esta confluencia de caminos, vemos a nuestra derecha las ruinas del antiguo convento dominico de Nuestra Señora de Linares, sobre el que escribí un artículo en estas mismas páginas hace ya varios años. Fue construido en 1413 y llegó a ser panteón de los condes de Ribagorza. Se expropió en el siglo XIX con motivo de la desamortización. Una interesante lápida procedente de este convento se guarda en el pequeño museo parroquial de Benabarre.
Para descender a Benabarre seguiremos siempre las marcas amarillas y blancas del PR-HU131. Pasaremos primero junto a una de las casas de la aldea ecológica y al cabo de unos minutos atravesaremos un amplio complejo ganadero con almacenes y establos para ovejas. Siguiendo la pista llegaremos al Coll Nuevo, donde, atentos a las señales, tomaremos a nuestra derecha un estrecho sendero que desciende en fuerte pendiente entre un bosque de pinos. Al final de la bajada se llega a la Fuente de Catró. Allí, junto a una pequeña presa que retiene las aguas del barranco de dicho nombre, se ha habilitado un agradable rincón con un par de mesas de madera. Desde aquí el camino transita durante un rato en paralelo al barranco de Catró, cuyo pequeño cauce encajonado entre rocas dejamos siempre a nuestra izquierda. Tras girar a la derecha y pasar junto a unos campos de labor, nuestro camino confluye con el GR-18 que, procedente de Benabarre, sube a la sierra por el llamado Coll.
En el kilómetro 14 de la ruta nos encontramos el Convento de Linares.
A pocos metros de esta confluencia de caminos, vemos a nuestra derecha las ruinas del antiguo convento dominico de Nuestra Señora de Linares, sobre el que escribí un artículo en estas mismas páginas hace ya varios años. Fue construido en 1413 y llegó a ser panteón de los condes de Ribagorza. Se expropió en el siglo XIX con motivo de la desamortización. Una interesante lápida procedente de este convento se guarda en el pequeño museo parroquial de Benabarre.
Convento de Linares |
A medio kilómetro de Linares se encuentra el parque-merendero de San Medardo. Es éste un agradable lugar de esparcimiento y descanso, muy apreciado por los benabarrenses por estar dedicado a su santo patrón, un obispo medieval de procedencia francesa. En el parque, con abundantes árboles, algunas barbacoas y mesas para realizar comidas campestres, destaca la ermita dedicada al santo.
Es una curiosa construcción del siglo XVIII, de planta hexagonal con tejado en forma de pirámide. Junto a la ermita se halla la antigua casa del ermitaño y un enorme nogal o “nuguera” de más de veinticinco metros de altura.
Ermita de San Medardo |
Desde San Medardo a Benabarre quedan unos dos kilómetros de camino para concluir nuestro itinerario. Un tranquilo paseo por la bonita villa ribagorzana es el mejor colofón para la excursión que aquí hemos propuesto.
Daniel Vallés Turmo, 15 de marzo de 2015