lunes, 10 de septiembre de 2018

Nuestra época visigoda

La época visigoda dura casi 3 siglos, iniciándose en Tolosa (Francia) el año 418 (siglo V) tras el pacto entre los visigodos y Roma, y finaliza en el año 711 con la invasión musulmana de la península. (siglo VIII)

Anteriormente, estuvo la época romana que duró casi 5 siglos. En nuestro entorno, Barbotum fue el “ayuntamiento rural” (cvuitas) de nuestro Somontano de Barbastro durante la época romana. Ver las entradas en el blog Barbotum y Somontano Romano.
Es en la partida de “Monte Cillas” (Ermita del Socorro actual) donde se han descubierto distintos restos, sobre todo de la necrópolis. Algunas placas son visibles en la parte sur de la pared de la ermita. En una de esas placas se refieren a un vecino de Boltaña.

Se han encontrado vestigios desde el siglo I antes de Cristo hasta el V después de Cristo. Tuvo su máximo esplendor en el siglo II, pero sobrevivió a los problemas del siglo III (con la escisión del imperio) que hicieron abandonar muchas ciudades, entre ellas Labitalosa. A mediados del siglo IV existía una comunidad cristiana. Finalmente, el asentamiento se abandona a mediados del siglo V.

En el Museo de Huesca se encuentran varios mosaicos paleo cristianos del siglo IV con inspiración africana de tradición “prisciliana”. Destaca este dedicada a Rufo por su esposa Vivencio. Tal vez, la primera imagen de una persona de nuestro entorno.

La lápida dice: “Vivencio adornó este sepulcro para Rufo, su dulcísimo esposo”. En la foto inferior vemos la foto de 1920 cuando la encontró Ricardo del Arco y la actual en el Museo Provincial de Huesca.

Lápida funeraria de Barbotum

Se han encontrado también restos visigodos del siglo V en “Monte Cillas”, pero se abandonó el asentamiento antes de finalizar este siglo. Sus habitantes, posiblemente, se fueron hacia el norte.

A partir del siglo VI la Iglesia hispanogoda entra en un momento de auge. Este florecimiento se traduce en el nacimiento de los primeros cenobios aragoneses. Este es el caso de San Cucufate de Lecina.
La tradición y documentación pone el lugar en la actual iglesia de Lecina dedicada a San Juan Bautista que podemos ver en la foto inferior. No se sabe el papel que pudo tener como eremitorio la cueva y ermita de San Martín en la desembocadura del barranco de Choca en el río Vero.

Iglesia de San Juan Bautista de Lecina

Cucufato fue un predicador en la península que nació en el año 270 en Cártago y murió martirizado en el año 313. La ermita de la Virgen del Llano de Barbastro, construida en el año 1595, anteriormente había sido dedicada a San Cucufate.

Antes de llegar a Lecina pasamos el collado de San Caprasio en la carretera de Barbastro a Boltaña por Colungo. Santo de comienzos del siglo IV venerado por iglesia hispanogoda. Según la tradición francesa fue obispo de Agen. Según la tradición aragonesa un pastor de la Sierra de Guara (su nombre procedería de que cuidaba cabras). También hay otra tradición castellana. Esto no indica la influencia visigoda en nuestro territorio más próximo.
Otro pastor que vivió en la Sierras de Añisclo, Cancias y Guara es San Úrbez en el siglo VIII.

A los pies del Tozal de Asba está el Tozal de los Santos donde la tradición dice que en el siglo VII se presentó la Virgen a un pastor, quien le construyó allí una ermita. Luego se escondió en un nogal durante la invasión musulmana, dando lugar al Santuario de Santa María de la Nuez.

La época visigoda fue eminentemente rural. Se formaron latifundios por la nobleza hispanovisigoda (cargos administrativos y militares a los que se les pagaba con tierras). Este es el caso de Panzano, Junzano, Ponzano y Morrano en la parte llana del Somontano de Huesca y Barbastro.
No se pudo mantener el régimen de esclavitud porque era costoso el alimentar a los esclavos, de modo que se les convirtió en “siervos de la gleba” (personas ancladas a un territorio, pero libres, una especie de semiesclavitud)

Entró en crisis la época visigoda en la segunda mitad del siglo VII por su insostenibilidad y finalizó en el año 711, siglo VIII, con la invasión musulmana de la península. Esta época musulmana dura casi 4 siglos.

La cueva Foradada (Paúles en Sobrarbe) sirvió como depósito funerario entre los siglos VII y mediados del VIII. Supone el límite más septentrional de hallazgos visigodos. En el Museo de Huesca podemos ver el ajuar encontrado: Tres anillos con sello, un hebilla de cinturón y una moneda de oro de la época, que podemos ver en la foto inferior.

Ajuar funerario de la Cueva Foradada

Lo que era Barbastro fue tomada por los árabes bajo el liderazgo de Muza (711), quienes le dieron el nombre Barbaschter, que deriva del nombre de Barbastrum, según la tradición.

En el siglo IX. Jalaf ibn Rasid mandó construir el castillo de Alquezar y se convirtió en el principal punto de defensa de Barbastro frente a los reinos cristianos del Sobrarbe. Había dos vías de fácil acceso a Sobrarbe, que coinciden con dos cabañeras: Sierra de Sevil y Campo Royo por donde iba el camino a Boltaña.

Durante el siglo X los musulmanes van creando el sistema de fortificación pre-pirenáico. Este es el caso de Surta, Sarsa, Miravet, Azaba y Almazorre, que tienen nombres de origen árabe. Comienzan, también, las primeras fortificaciones cristianas, como es el caso del Castillo de Espluguiecho en Hospitaled. Algunos piensan que fue una de las primeras defensas construidas. Tiene visibilidad directa con Monclús, Troncedo, Eripol y Almazorre.

Castillo de Espluguiecho

A finales de este siglo tuvo lugar la invasión de Almanzor de los territorios pirenaicos y en el año 1006, siglo XI, la de Abd-al-Malik con efectos devastadores. Posiblemente, fue en una de estas incursiones donde murió martirizado San Visorio en su eremitorio de San Vicente de Labuerda.

Es con el dominio de Sancho III el Mayor del Sobrarbe hacia 1017 cuando se establece una línea de torres y castillos enlazados para vigilar los accesos y servir como primera línea de defensa con los musulmanes, y posteriormente de ataque conforme se van reconquistando las fortificaciones enemigas.

Esta función de vigilancia y protección con los musulmanes finaliza con el fin del siglo al reconquistar Alquézar en 1067, Naval en 1084 y Barbastro en 1100.

Para conocer esta época comentada, sugiero 4 visitas:

1) Museo de Huesca para ver los mosaicos del siglo IV de Monte Cillas y el ajuar funerario visigodo de la Cueva Foradada de los siglos VII y VIII. (En coche)

2) Eripol. Un emplazamiento emblemático con unas vistas del sistema de fortificaciones y construcciones singulares como el conjunto de lavadero, pozo y horno de la foto adjunta. (En coche). Se puede visitar el mismo día que se realice alguna de las dos rutas senderistas fáciles y balizadas que sugiero a continuación.

Detalle de Eripol

3) Castillo de la Azaba en Almazorre. Ruta de 6 kilómetros balizada para este castillo que tiene visibilidad con Almazorre y ,posiblemente, el desaparecido castillo de Miravet en Santa María de la Nuez. (Andando)

4) Castillo de Espluguiecho en Hospitaled. Ruta de 6 kilómetros balizada (PR HU-55). (Andando)


Daniel Vallés Turmo, 10 de setiembre de 2018