La historia del abastecimiento de agua potable en Barbastro forma parte de la infraestructura silenciosa que permite que la ciudad viva y funcione cada día. Sin embargo, pocos conocen sus orígenes y, sobre todo, la situación actual.
Los inicios: el depósito de la Barbacana (1904)
Según la documentación histórica consultada, en el año 1904 la empresa Aguas Potables de Barbastro construyó el depósito de la Barbacana para mejorar el suministro de agua corriente a la ciudad. La empresa había sido fundada un año antes, el 28 de octubre de 1903.
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| Edificio de aguas potables de Barbastro de 1903 |
A comienzos del siglo XX, este depósito permitió un avance decisivo: un suministro más estable y seguro en una ciudad que empezaba a crecer y modernizarse.
La toma desde la acequia de Segua y las balsas de almacenamiento
No existe documentación pública clara sobre la fecha exacta en que se estableció la toma de agua desde la acequia de Segua, pero sí conocemos la existencia de las balsas de acopio, con una capacidad conjunta de 165.000 m³.
En el año 2018, la empresa gestora explicaba que esta reserva equivalía aproximadamente a 30 días de consumo obligatorio.
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| Balsas de almacenamiento: el pulmón hídrico de la ciudad, con 165.000 m³ de capacidad. |
2019: el servicio pasa a Tecvasa
En 2019, el servicio municipal de agua potable pasó a la empresa Tecvasa por un periodo de ocho años. La empresa estableció una estimación de consumo medio de 128,87 litros por habitante y día.
Con una población censada en 2025 de 17.797 habitantes, esto supone:
→ 2.296,386 m³ de agua consumidos cada día
Con esa referencia, las balsas podrían almacenar unos 70 días de consumo teórico. Pero este cálculo tiene un problema: no existen datos oficiales actualizados de los niveles reales de agua almacenada.
El cierre del Canal del Cinca: una situación excepcional
Cada año el Canal del Cinca se cierra tras la campaña de riegos para realizar labores de mantenimiento. Sin embargo, este año la situación es distinta: debido a las obras en la presa, el nivel del embalse ha tenido que bajarse por debajo de la toma del canal. Ver entrada Embalse de El Grado: nivel actual, fotos y recorrido por el embalse semivacío
Desde el 26 de noviembre de 2025 no entra agua a las balsas, que ya muestran un descenso visible de nivel.
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| Toma de la acequia de Selgua sin agua |
Esta circunstancia hace más evidente la necesidad de información pública y actualizada sobre el estado del abastecimiento urbano.
Lo que no sabemos (y deberíamos saber)
1. No existe información pública del estado de las reservas
No hay un panel municipal, un informe periódico ni un sistema de transparencia que permita a los ciudadanos conocer:
- El nivel actual de las balsas
- Los días estimados de reserva
- El impacto del cierre prolongado del Canal del Cinca
- Planes de contingencia o escenarios de restricción
En una infraestructura tan crítica como el abastecimiento de agua, la información debería ser un derecho básico.
2. No hay análisis públicos de la calidad del agua
Es llamativo que cualquier botella de agua mineral muestre su composición completa —incluidos los nitratos— y que en cambio no exista un acceso sencillo al análisis del agua que consumimos a diario.
En una provincia con problemas crecientes de nitratos, esta falta de transparencia resulta difícilmente justificable, que hace que muchas personas opten por el consumo de agua embotellada.
Por qué escribo esta entrada
El descenso histórico del canal, unido a la falta de información pública, subraya una idea esencial: solo podemos cuidar lo que conocemos.
Saber cuánta agua almacenamos, qué calidad tiene y cómo se gestiona no es un capricho. Es un elemento clave de confianza entre instituciones y ciudadanía.
No se trata de generar alarma, sino de pedir datos, claridad y comunicación, especialmente en momentos extraordinarios como el actual. Es un buen momento para solicitar transparencia efectiva.
Contenido desarrollado con apoyo de herramientas de redacción asistida.
Esta entrada forma parte de otros artículos que se pueden consultar en Reflexiones en el Camino.
Daniel Vallés Turmo
Diciembre de 2025
