La digitalización avanza rápido, pero en el Alto Aragón muchas personas siguen quedando atrás. Mayores, pueblos pequeños y familias sin recursos afrontan barreras que no son solo tecnológicas, sino sociales. Romper esta brecha digital es clave para garantizar igualdad de derechos y oportunidades.
Los colectivos más vulnerables
En nuestra tierra, la brecha digital golpea con especial dureza a tres colectivos:
- Las personas mayores, que no siempre logran adaptarse a un mundo en el que lo que antes era una libreta de ahorros ahora es una pantalla llena de claves, menús y códigos SMS.
- Las personas con discapacidad cognitiva, que encuentran barreras técnicas y de comprensión insalvables en muchos de estos trámites.
- Los migrantes, que además de enfrentarse al idioma, suelen carecer de equipos y programas ofimáticos para preparar documentos, escanearlos y enviarlos.
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La brecha digital afecta especialmente a las personas mayores en el Alto Aragón Pexel |
Por qué las soluciones actuales no bastan
Algunas entidades, como la banca, han sido obligadas a mantener la atención presencial para estas personas, pero con horarios muy limitados y poco prácticos. En la administración ocurre algo parecido: con plantillas reducidas, se exige cita previa —generalmente online—, y quienes no pueden acceder se ven atrapados en procesos telefónicos largos, engorrosos y en muchos casos ineficaces.
Existen medidas sobre el papel, pero en la práctica no garantizan el derecho al acceso: siguen siendo insuficientes y demasiado burocráticas para los colectivos más vulnerables.
Propuestas prácticas desde lo local
1. Ayuntamientos: la primera puerta
En los municipios medianos y grandes, los ayuntamientos deberían habilitar un servicio de apoyo a la digitalización ciudadana:
- Un espacio con ordenador, conexión a Internet, escáner e impresora.
- Personal de apoyo que ayude a rellenar formularios, pedir citas o subir documentos.
- Horarios amplios, pensados especialmente para las personas mayores.
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Instituciones locales como el Ayuntamiento de Barbastro pueden liderar el cambio hacia una digitalización inclusiva |
2. Comarcas: respaldo para los pueblos pequeños
En los municipios pequeños, donde apenas hay personal, este servicio podría asumirlo la comarca:
- Una oficina comarcal de referencia.
- Un sistema itinerante, con personal que se desplace periódicamente a los pueblos más alejados.
3. Servicios sociales y centros de mayores
Las personas mayores necesitan un acompañamiento cercano y continuo. Aquí los servicios sociales de base y los centros de mayores son fundamentales:
- Talleres de alfabetización digital adaptados al ritmo de los mayores.
- Acompañamiento individual en trámites complejos.
- Espacios seguros donde preguntar sin miedo a “molestar”.
El Instituto Aragonés de Servicios Sociales (IASS), a través de las entidades concertadas, debería reforzar el apoyo digital como parte de la atención social básica.
4. Aliados necesarios
Las asociaciones locales, ONGs, universidades populares o incluso institutos y universidades pueden colaborar formando voluntariado digital o programas de prácticas que acompañen a los más vulnerables.
Un futuro más accesible
La digitalización debe ser inclusiva. Es el momento de que instituciones, asociaciones y ciudadanía sumen esfuerzos para que ningún vecino del Somontano, Ribagorza o Sobrarbe quede desconectado de sus derechos.
Contenido desarrollado por el autor con el apoyo de herramientas de redacción asistida.
Daniel Vallés Turmo
Setiembre de 2025
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