sábado, 26 de julio de 2025

¿Quién se beneficia realmente? Proyectos de biometano, valor económico del porcino y territorio en la provincia de Huesca

Se ha solicitado un informe a la inteligencia artificial:

 INFORME CHATGPT

En la provincia de Huesca, especialmente junto a la red principal de gaseoducto, se está produciendo una transformación silenciosa pero profunda: la proliferación de proyectos de plantas de biometano que buscan valorizar los residuos de la ganadería intensiva, particularmente del porcino. Esta realidad está generando tensión social, especialmente en los pequeños pueblos donde se pretenden ubicar estas plantas, mientras el valor económico de toda la cadena del cerdo se concentra en otras poblaciones que apenas asumen las externalidades ambientales ni sociales, pero sí su valor añadido.


Una protesta que crece en la España vaciada

La oposición social a estos proyectos no es anecdótica. Basta hacer una búsqueda en Google para encontrar más de 50.000 resultados relacionados con protestas ciudadanas contra las plantas de biogás y biometano. Muchos de estos movimientos surgen en el medio rural, en lo que se ha denominado la España vacía, donde los vecinos denuncian la falta de transparencia, participación pública y reparto justo de los beneficios y perjuicios derivados de estas instalaciones.


La cabaña porcina de Huesca: motor económico… ¿para quién?

La provincia de Huesca cuenta con 5,8 millones de cerdos de cría, lo que genera entre 11,6 y 17,4 millones de toneladas de purines al año, según distintas estimaciones técnicas. Este enorme volumen de residuos representa un desafío ambiental, pero también una oportunidad económica en forma de biometano.

Sin embargo, los proyectos de plantas de biometano están apareciendo lejos de los centros de decisión y riqueza. Son los pueblos pequeños los que están llamados a albergar estas infraestructuras, a menudo sin ser parte de la cadena de valor ganadera ni recibir beneficios económicos directos.


¿Dónde está el dinero? La concentración empresarial

Un análisis de las 30 empresas que más facturaron en Huesca en 2023 muestra una clara concentración del valor económico en la zona oriental de la provincia (ver imagen adjunta). Un 70% de las empresas están ubicadas allí, y la mitad en la comarca de La Litera, la mayoría relacionadas con la cadena del cerdo: granjas, fábricas de pienso, mataderos, comercialización nacional e internacional.

Principales empresas de la provincia de Huesca

Esto plantea una desconexión territorial: los beneficios se concentran, mientras los impactos (olores, transporte de residuos, riesgos ambientales) se deslocalizan hacia zonas rurales con menos capacidad de influencia.


¿Cuánto valor genera un cerdo? La cadena de valor del porcino

Para visualizarlo mejor, podemos seguir al cerdo desde la granja hasta el consumidor:

EtapaValor estimado generado
Producción (cría)~55 € por animal
Fabricación de pienso~35 € por animal
Matadero y transformación~60 € por animal
Comercialización/exportación~30 € por animal
Total estimado~180 € por cerdo

Con 5,8 millones de cerdos en Huesca, hablamos de más de 1.000 millones de euros de valor económico anual. Pero solo una pequeña parte de esa cifra se reinvierte en algunas poblaciones donde se proyectan las plantas de biometano. Este desequilibrio es lo que explica el creciente malestar ciudadano.

Conclusión: transparencia, equilibrio territorial y corresponsabilidad

La energía renovable es necesaria, pero debe abordarse con criterios de justicia territorial y social. Los proyectos de biometano en Aragón necesitan mayor transparencia, participación pública y redistribución de beneficios, si se quiere evitar que el conflicto social siga creciendo.

Mientras tanto, los ciudadanos pueden actuar: informarse, exigir explicaciones a las administraciones, apoyar a las plataformas locales y pedir a los medios de comunicación que investiguen y comuniquen con rigor.

 INFORME GEMINI

Resumen Ejecutivo

El presente informe examina el valor añadido generado por la cadena de valor del cerdo en Huesca, Aragón, contrastando su significativa contribución económica con las crecientes preocupaciones socioambientales. El sector porcino es un pilar fundamental de la economía aragonesa, impulsando el empleo rural y el Producto Interior Bruto (PIB) regional. Sin embargo, su modelo actual enfrenta un escrutinio considerable debido a su impacto ambiental, particularmente en la gestión de purines, y la percepción de una distribución desigual de los beneficios y las cargas asociadas.

La contribución económica del sector porcino es innegable. Aporta un 3,55% al PIB de Aragón y genera más de 21.000 empleos directos en la comunidad.  En la provincia de Huesca, la industria agroalimentaria, fuertemente influenciada por el porcino, incrementó su Valor Añadido Bruto (VAB) del 2,7% en 2019 al 5% en 2022, impulsado en gran medida por el crecimiento en mataderos y la transformación cárnica. La región ha logrado un avance notable en la captura de valor, pasando de procesar un tercio a dos tercios de su producción porcina, lo que indica un aumento sustancial en el valor añadido local. La cadena de valor abarca desde la producción de piensos hasta la comercialización, con una marcada concentración geográfica de las empresas de mayor facturación en la Zona Oriental de Huesca, especialmente en la comarca de La Litera.

1. Introducción: El Sector Porcino en Huesca – Motor Económico y Debate Social

El sector porcino se erige como un componente económico de gran relevancia en Aragón y, en particular, en la provincia de Huesca. Su papel es fundamental para la vitalidad de las zonas rurales, contribuyendo activamente a la fijación de población en el territorio. En la actualidad, más de 21.000 empleos directos en Aragón dependen de esta industria agroalimentaria, una cifra que ha experimentado un crecimiento notable de aproximadamente 10.000 puestos de trabajo en la última década. Esta expansión laboral es especialmente significativa en áreas con riesgo de despoblación, donde la ganadería intensiva se convierte en un motor crucial para la economía local.  

La trascendencia macroeconómica del sector se refleja en su contribución al Producto Interior Bruto (PIB) aragonés, alcanzando un 3,55% en 2021. En Huesca, la industria agroalimentaria en su conjunto, con una fuerte influencia del porcino, ha visto cómo su Valor Añadido Bruto (VAB) aumentaba del 2,7% en 2019 al 5% en 2022. Este incremento se atribuye en gran parte al crecimiento en el segmento de mataderos y transformación cárnica. El sector primario de Huesca, que engloba la ganadería, aportó un 15,7% del VAB total y un 13,0% de la afiliación (empleo) en 2022, subrayando su rol esencial en la base económica de la provincia. La producción final del sector porcino en Aragón se estima en 1.964 millones de euros, lo que da una idea de la magnitud de su actividad económica.  

No obstante, esta prosperidad económica coexiste con un creciente malestar social y ambiental. Las protestas de la denominada "España Vacía" contra las macrogranjas y las plantas de biometano son cada vez más visibles. Una búsqueda en línea de "protesta planta biogas" y "protesta planta biometano" arroja más de 50.000 resultados, lo que evidencia una oposición pública generalizada y organizada. Estas movilizaciones son particularmente intensas en regiones que se sienten desproporcionadamente afectadas por los impactos ambientales y sociales de la ganadería intensiva, sin percibir beneficios económicos directos. 

Un punto central de la controversia es la gestión de los volúmenes masivos de purines, que en Huesca alcanzan entre 11,6 y 17,4 millones de toneladas anuales provenientes de sus 5,8 millones de animales. Las denuncias de adjudicación no transparente de los proyectos de tratamiento de purines exacerban la desconfianza pública. Las comunidades afectadas, como la de Barbastro en Huesca, rechazan convertirse en "zonas de sacrificio" o "vertedero del modelo agroindustrial". Este lenguaje contundente refleja un profundo sentimiento de injusticia y explotación. 

La situación actual revela una narrativa dual. Por un lado, el sector porcino es un motor de progreso económico y un generador de empleo crucial para el medio rural, contribuyendo a la retención de población en municipios pequeños donde se ubican el 58% de las granjas. Por otro lado, estas mismas comunidades rurales se movilizan enérgicamente contra las externalidades negativas. Esta aparente contradicción sugiere que, si bien la actividad económica existe y genera valor, la percepción es que los beneficios se concentran en ciertas empresas y regiones (como La Litera), mientras que las cargas ambientales y sociales (contaminación, olores, degradación del paisaje) se dispersan y son asumidas por poblaciones que se sienten excluidas de las ganancias económicas. El informe busca analizar esta tensión, explorando por qué, a pesar de la creación de empleo rural, las protestas persisten con tal vehemencia, lo que apunta a cuestiones subyacentes de equidad, transparencia y participación local en la toma de decisiones, especialmente en lo que respecta a la infraestructura de gestión de residuos. El valor económico no es percibido como un valor compartido por todos los actores. 

El propósito de este informe es ofrecer un análisis exhaustivo del valor añadido por el sector porcino en Huesca, detallando sus actividades. Asimismo, se examinarán críticamente las implicaciones socioambientales de la industria, con especial atención a la gestión de purines y las protestas comunitarias. El objetivo final es tender un puente entre la contribución económica y el impacto social y ambiental, proporcionando una perspectiva holística sobre los desafíos de sostenibilidad que enfrenta el sector.

2. Entendiendo el Valor Añadido en el Sector Agroalimentario

El concepto de "Valor Añadido Bruto" (VAB) es un indicador macroeconómico fundamental que sintetiza el resultado de la actividad económica en su conjunto. Representa la riqueza que un sector o una economía genera en un periodo determinado. Para una empresa de producción, el valor añadido se define como la diferencia entre su cifra de ventas (producción) y los gastos de producción necesarios, es decir, el consumo intermedio de bienes y servicios adquiridos a otras empresas. En esencia, el VAB mide el incremento de riqueza generado por la actividad de una empresa o sector. Su importancia radica en que permite realizar análisis macroeconómicos y comparaciones temporales y espaciales, facilitando la evaluación de la contribución directa de un sector a la economía global. 

En el contexto del Sistema Agroalimentario (SAA), el VAB se utiliza para cuantificar la contribución económica y social del conjunto de actividades que permiten que los alimentos producidos por el sector agrícola-ganadero y transformados por la industria agroalimentaria lleguen a los consumidores. Esta definición amplia subraya su utilidad para analizar cadenas de suministro complejas. El cálculo del VAB implica el análisis de la producción, el consumo intermedio y los componentes del valor añadido en diversas ramas de actividad, a menudo utilizando Tablas Origen-Destino (TOD) para incluir la facturación de insumos agrarios y actividades de transporte relacionadas. 

Más allá de la simple sustracción de costes, el valor añadido puede incorporar mejoras intangibles que una empresa confiere a sus productos o servicios. Esto incluye la reputación de marca, la facilidad de acceso al mercado o estrategias de marketing efectivas, que permiten establecer un precio de venta superior al coste de producción. Por ejemplo, un café frappé puede costar $40 pesos producirlo, pero venderse a $80 pesos por ser de una marca específica como Starbucks, siendo los $40 pesos extra el valor añadido intangible. Este aspecto cualitativo del valor destaca cómo la diferenciación puede capturar valor económico adicional.  

Para el sector porcino, la cadena de valor es extensa y comprende múltiples actividades que contribuyen al VAB total. Estas incluyen la producción ganadera (cría y engorde), la producción de piensos, el transporte, el sacrificio, la transformación cárnica, la distribución y la comercialización (por ejemplo, carnicerías). Cada etapa añade valor a través de procesos de transformación, logística y acceso al mercado. 

La introducción del concepto de valor añadido intangible reviste una importancia particular para el sector porcino. Si bien la industria genera un VAB económico significativo, las protestas y la percepción pública negativa (como la "demonización" mencionada en ) sugieren que está incurriendo en un "coste" social y ambiental que erosiona su valor intangible. Si el valor añadido puede incrementarse mediante intangibles positivos, también puede verse mermado por negativos. La capacidad de la industria para obtener precios premium o expandirse en nuevos mercados podría verse comprometida si su "marca" (como sector) se asocia con la degradación ambiental y la injusticia social. El informe debe reconocer que, aunque la industria genera un VAB económico considerable, simultáneamente está sufriendo una erosión de su "licencia social para operar" a los ojos de una parte de la población. Esta erosión, a largo plazo, podría afectar las ventas, el acceso a mercados y las presiones regulatorias, impactando así el VAB económico futuro. Las protestas actuales son una manifestación de este valor intangible negativo, señalando la necesidad de que el sector invierta no solo en eficiencia productiva, sino también en su reputación social y ambiental.

3. La Cadena de Valor del Cerdo en Huesca: Contribución Económica y Estructura

La provincia de Huesca alberga una significativa cabaña porcina, con 5,8 millones de animales, que constituye la base de la materia prima para toda la cadena de valor del sector . Esta vasta producción animal es un pilar fundamental para la economía regional. La industria agroalimentaria de Huesca, donde el sector porcino tiene un peso preponderante, contribuyó con un estimado 5,0% al VAB total de la provincia en 2022, evidenciando un crecimiento robusto desde el 2,7% en 2019. Este dato subraya el creciente peso económico del sector dentro de Huesca. El sector primario provincial, que incluye la ganadería, representó un 15,7% del VAB total y un 13,0% de la afiliación (empleo) en 2022, lo que pone de manifiesto el impacto directo e indirecto en el empleo generado por la actividad ganadera. A nivel autonómico, el sector porcino en Aragón emplea directamente a más de 21.000 personas y contribuye con el 3,55% del PIB regional. El valor de la producción final para el sector en Aragón alcanzó los 1.964 millones de euros, lo que ilustra la escala de su producción económica. 

La cadena de valor del porcino es extensa y abarca desde los insumos iniciales hasta el consumo final. Las etapas clave incluyen:

  • Producción de Piensos: Empresas como Piensos Costa Sa, Mazana Piensos Compuestos Sl y Agropienso son actores importantes en el Altoaragón. Esta actividad, situada en la fase inicial de la cadena, es crucial, ya que los costes de alimentación representan el componente más grande de los gastos de producción porcina. 

  • Cría y Engorde (Granjas): El sector en Aragón contaba con más de 4.000 explotaciones en 2021, de las cuales el 58% se localizan en municipios con menos de 1.000 habitantes. Esta distribución geográfica es vital para entender su papel en el desarrollo rural y la retención de población, pero también su huella ambiental dispersa. 

  • Transporte: Esencial para el movimiento de animales, piensos y productos procesados a lo largo de la cadena.

  • Sacrificio (Mataderos): Empresas como Litera Meat Sl Fribín son actores principales. Aragón ha incrementado significativamente su capacidad de sacrificio y despiece, procesando 10,5 millones de cerdos (el 66,79% de la producción) en 2021, un aumento considerable respecto a los 2,8 millones (30,48%) de una década atrás. Este cambio es un indicador crítico del éxito de la región en capturar actividades de mayor valor añadido localmente, trascendiendo la mera exportación de animales vivos.

  • Transformación y Comercialización Cárnica: Incluye el procesamiento posterior de los productos cárnicos (corte, envasado, embutidos). Empresas como Fribin Foods Sl y Meat Center Iberica Sa son relevantes en los datos proporcionados. El aumento en la capacidad de procesamiento significa un esfuerzo estratégico para capturar más valor dentro de Aragón, transformando canales en productos de mayor valor. 

  • Servicios Auxiliares: Incluyen servicios veterinarios, construcción de instalaciones, distribución y administración, todos los cuales contribuyen al impacto económico general del sector. 

La concentración geográfica de la actividad económica es notable. El 70% de las 30 empresas de la provincia de Huesca que más facturaron en 2023 se encuentran en la Zona Oriental, y el 50% de ellas en la comarca de La Litera. Esta concentración se ilustra en la siguiente tabla, que presenta las principales empresas por facturación en el Altoaragón:

Tabla 1: Empresas del Altoaragón por Facturación (2023)

Empresas del Altoaragón 2023Facturación €LocalidadComarca
1 Litera Meat Sl886.399.845BinéfarLa Litera
2 Piensos Costa Sa757.332.409FragaBajo Cinca
3 Mazana Piensos Compuestos Sl559.180.888CapellaRibagorza
4 Fribin Foods Sl407.147.534BinéfarLa Litera
5 Cincaporc Sa383.874.360FragaBajo Cinca
6 Agropienso229.172.569EsplúsLa Litera
7 Ars Alendi Sa198.682.764Gurrea de GallegoHoya de Huesca
8 Harineras Villamayor Sa129.720.807La SotoneraHoya de Huesca
9 Meat Center Iberica Sa101.050.321AltorricónLa Litera
10 Aguilar Explotaciones Agro-ganaderas Sl93.608.183AltorricónLa Litera
11 Ganados Agustin y Josan Sl91.390.765BinéfarLa Litera
12 Lamusa y Servicios Sl89.638.889HuescaHoya de Huesca
13 Quality Corn Grain Sa89.236.970Almunia San JuanCinca Medio
14 Metalogenia, Sa86.357.457MonzónCinca Medio
15 Import-export Euroganaderos Sl84.699.198BinéfarLa Litera
16 Alternative Swine Nutrition Sl77.503.407FragaBajo Cinca
17 Cabrero e Hijos Sa76.573.145HuescaHoya de Huesca
18 Bieffe Medital Sa76.407.000SabiñánigoAlto Gallego
19 Envases Petit Sl.74.641.146FragaBajo Cinca
20 Quimica Del Cinca Sl69.151.264MonzónCinca Medio
21 Cereales Huesca Sa65.720.052HuescaHoya de Huesca
22 Iberfoil Aragon Sl63.189.107SabiñánigoAlto Gallego
23 Bada Hispanaplast Sa63.126.620HuescaHoya de Huesca
24 Hidracinca Sl62.323.337MonzónCinca Medio
25 Barrabes Ski Montaña Sl59.511.016BenasqueRibagorza
26 Harinera de Selgua Sa59.213.124MonzónCinca Medio
27 Brilen (Domicilio en Zaragoza)59.087.620BarbastroSomontano
28 Hermanos Morancho Español Sa58.569.743AltorricónLa Litera
29 Union Ganadera Aragonesa Sa56.583.062AltorricónLa Litera
30 Carnes de Binefar Sa55.655.321BinéfarLa Litera

La tabla evidencia que, si bien Aragón en su conjunto y comarcas específicas como La Litera están logrando un aumento significativo del valor añadido a través del procesamiento industrial, la distribución geográfica de esta creación de valor (y de su infraestructura asociada, como fábricas de piensos y mataderos) no se alinea con la distribución de las externalidades negativas. Estas últimas, como los purines y los olores, se extienden por un paisaje rural más amplio. Esto genera una disparidad espacial, donde ciertas áreas cosechan las recompensas económicas, mientras que otras soportan los costes ambientales y sociales. Este desequilibrio alimenta las protestas de la "España Vacía", ya que el incremento en el procesamiento (y, por ende, el valor añadido) intensifica la necesidad de soluciones de gestión de purines que sean efectivas y equitativas, considerando el impacto regional en su totalidad y no solo los beneficios localizados.

4. Estructura de Costes y Distribución del Valor en la Cadena Porcina

La estructura de costes en la producción porcina es un factor determinante en la rentabilidad y la distribución del valor a lo largo de la cadena. Los costes de alimentación son, de manera consistente, el componente más significativo. En 2022, el aumento de los precios de los piensos provocó un incremento promedio del 27% en los costes totales de producción en diversos países, con un alza específica del 34% en los precios de los piensos entre 2021 y 2022 debido a la crisis de las materias primas. Esta volatilidad en los precios de los insumos tiene un impacto directo en la viabilidad económica de las explotaciones y en la estructura general de costes de la cadena, dejando a los productores vulnerables a las fluctuaciones del mercado. 

Otros costes importantes incluyen la amortización y las instalaciones. Los costes de amortización también aumentaron en 2022, agravados por el incremento de los tipos de interés que encarecieron la construcción. Esto afecta la inversión de capital necesaria para nuevas explotaciones o la expansión de las existentes, influyendo en las decisiones de inversión y en la base de costes a largo plazo. Los costes laborales, aunque no se detallan con cifras específicas para España en todos los datos disponibles, son un factor considerable, dado que el sector es un gran empleador, con 21.000 puestos de trabajo en Aragón. Otros gastos, como la energía, el transporte y los costes administrativos, también contribuyen a la estructura de costes global y pueden fluctuar significativamente, afectando la rentabilidad. En 2022, el coste total de producción de cerdo en España fue de 1,99 €/kg (canal caliente). Comparado con un "precio salida" de 1,419-1,440 €/kg canal , esto sugiere que los productores primarios pueden operar con márgenes ajustados, o que el "precio salida" se refiere a una etapa posterior en la cadena, como la venta al por mayor desde el matadero. 

La forma en que se genera y distribuye el valor entre los diferentes actores de la cadena es compleja.

  • Producción Primaria (Granjas): Aunque las granjas son el origen del producto, su rentabilidad es muy sensible a los costes de los insumos (especialmente el pienso) y al rendimiento técnico (por ejemplo, España tuvo un menor número de 27,2 lechones destetados por cerda y año debido al PRRS en 2022 ). El precio de venta en la granja es un factor crítico para su cuota de valor, y a menudo operan con márgenes estrechos. 

  • Mataderos y Transformadores: Estas entidades desempeñan un papel crucial en la adición de valor a través de la transformación. El notable aumento de la capacidad de procesamiento en Aragón (del 30,48% al 66,79% de los cerdos procesados localmente) demuestra una estrategia para capturar más valor dentro de la región, en lugar de exportar animales vivos para su procesamiento en otros lugares. Esta transformación incluye el despiece, el corte y la preparación de la carne para diversos mercados, actividades que suelen generar márgenes más altos que la producción primaria. 

  • Mayoristas y Minoristas: El valor se sigue añadiendo a través de la logística, la distribución y la venta final a los consumidores. Los carniceros tradicionales, por ejemplo, añaden valor al filetear y preparar cortes en el punto de venta , demostrando la creación de valor en la interfaz con el consumidor.  

  • Proveedores de Insumos: Las empresas que suministran piensos, servicios veterinarios y construcción de instalaciones capturan valor al inicio de la cadena. Su rentabilidad está ligada a la demanda del sector ganadero. 

La dinámica de la cadena sugiere una interacción compleja. Aunque los pequeños productores pueden tener una conexión productiva limitada entre sí, mantienen fuertes lazos con los proveedores de insumos y los acopiadores. Esto implica que la captura de valor podría estar más concentrada en las etapas de insumos y agregación/procesamiento que distribuida uniformemente entre las granjas individuales, lo que podría generar desequilibrios de poder dentro de la cadena. 

Un aspecto fundamental que distorsiona la percepción del valor añadido real es la externalización de costes. Los datos revelan elevados costes de producción, especialmente en piensos , lo que indica las presiones económicas sobre los productores. Sin embargo, se observa que los enormes costes ambientales asociados a la gestión de purines y la contaminación no son completamente internalizados por la industria, sino que son asumidos en gran medida por la sociedad o el medio ambiente. La declaración del Gobierno de Aragón (DGA) de que se "declara impotente ante los incumplimientos de ley" y que ciertas molestias "tenemos que asumir" es una clara admisión de esta externalización.

Esta situación actúa, de hecho, como un subsidio oculto, reduciendo artificialmente los costes de producción para la industria y, por tanto, inflando su "valor añadido" percibido. Al no asumir plenamente el coste de la gestión de sus residuos y su impacto ambiental, la industria mantiene su competitividad y rentabilidad a expensas de la salud pública, la calidad ambiental y la equidad social en las comunidades afectadas. La "adjudicación no transparente" del tratamiento de purines sugiere además que los verdaderos costes de la gestión de residuos no se están asignando o gestionando de manera justa, lo que contribuye al malestar social. Esta externalización distorsiona fundamentalmente el verdadero valor económico añadido por el sector, ya que no contabiliza el coste social completo, lo que lleva a una representación errónea de su sostenibilidad.

5. Impacto Socioambiental: Las Protestas de la "España Vacía" y la Gestión de Purines

La oposición pública a la ganadería intensiva y a las plantas de biometano en Huesca y Aragón es un fenómeno significativo y en aumento. La magnitud de esta resistencia se refleja en la presencia masiva en línea, con más de 50.000 resultados en búsquedas de "protesta planta biogas" y "protesta planta biometano". Esta huella digital generalizada indica un sentimiento público fuerte y una movilización organizada. Las protestas se manifiestan de manera activa en Huesca, como en Barbastro o Azlor, donde los residentes se oponen a la instalación de plantas de biogás o biometano, citando amenazas al medio ambiente, la salud pública y el modelo de desarrollo rural. Esto demuestra acciones directas y localizadas contra proyectos específicos. 

Las comunidades expresan un profundo rechazo a convertirse en "zonas de sacrificio" o "vertedero del modelo agroindustrial". Esta terminología contundente refleja un sentimiento arraigado de injusticia y explotación. Organizaciones como Greenpeace han puesto de manifiesto preocupaciones específicas sobre grandes mataderos en Binéfar, Huesca, que procesan 30.000 cerdos al día, y abogan por una reducción de la ganadería intensiva. Esto indica que la oposición va más allá de la gestión de residuos, abarcando la escala y la naturaleza misma de la industria. 

Las preocupaciones ambientales son multifacéticas y graves:

  • Contaminación del Agua y el Suelo: La ganadería porcina intensiva es una fuente importante de contaminación de suelos y acuíferos debido a la descarga de purines. Esto representa una amenaza significativa para los recursos naturales y las tierras agrícolas. La nueva normativa (2024) restringe el uso de purines a los campos de cultivo, pero su toxicidad y carácter dañino exigen un tratamiento especial , lo que subraya la complejidad de su eliminación segura. 

  • Emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI): El sector contribuye de manera significativa a las emisiones de GEI. Aunque las plantas de biogás se proponen como una solución para reducir estas emisiones al convertir el metano , su construcción a menudo enfrenta la oposición local debido a otros impactos percibidos, como el olor, el tráfico o la contaminación visual. 

  • Consumo de Agua: Las macrogranjas son criticadas por su elevado consumo de agua, una preocupación crítica en regiones que ya enfrentan escasez hídrica.   

  • Escala del Problema: La ganadería porcina industrial en Aragón genera un volumen inmenso de purines, estimado en 20 millones de m3 anualmente. Solo en Huesca, esta cifra asciende a entre 11,6 y 17,4 millones de toneladas anuales procedentes de sus 5,8 millones de cerdos. Este volumen por sí solo pone de manifiesto el inmenso desafío que supone una gestión sostenible de los residuos. 

La dimensión social del conflicto se centra en la percepción de que el daño social y ambiental es externalizado a poblaciones que no se benefician directamente de la cadena de valor porcina. Esto ocurre, por ejemplo, en comunidades cercanas a las instalaciones de tratamiento de purines, pero alejadas de los principales centros de producción o procesamiento. Esta situación crea una clara división entre quienes se benefician y quienes soportan las cargas. El término "zonas de sacrificio" refleja el sentir de las comunidades, que perciben que su bienestar, salud y medio ambiente son sacrificados en aras del beneficio económico de otros, a menudo grandes corporaciones ubicadas en otros lugares. Las preocupaciones sobre la salud pública son explícitamente planteadas por las comunidades que protestan , añadiendo una dimensión humana a los impactos ambientales. La percepción de que el Gobierno de Aragón (DGA) se declara "impotente" para hacer cumplir la ley ambiental y considera algunos impactos como "molestias que tenemos que asumir" agrava aún más el descontento de las comunidades afectadas.  

La gestión de purines y los proyectos de biometano presentan desafíos y controversias. Aunque se inauguran nuevas plantas de biogás en Aragón con el objetivo declarado de reducir la contaminación por nitratos y las emisiones de GEI , su implementación encuentra una fuerte resistencia local. Esto pone de manifiesto una desconexión entre las soluciones ambientales a nivel macro y la aceptación de las comunidades a nivel micro. Las protestas se alimentan de la preocupación por la escala industrial de estas plantas, el potencial de impactos locales severos (como olores, tráfico, ruido) y la falta de transparencia en su adjudicación. Las comunidades temen que estas "soluciones" simplemente trasladen el problema en lugar de resolverlo de manera genuina. El debate subraya una tensión entre la necesidad de una gestión sostenible de los purines y la resistencia de las comunidades locales a las soluciones propuestas, especialmente cuando estas se perciben como una imposición de nuevas cargas sin beneficios locales o una consulta auténtica. 

La problemática no se limita al impacto ambiental en sí, sino que se extiende a la gestión de dicho impacto y a la percepción de cómo se toman las decisiones. La mención de una "adjudicación no transparente" para el tratamiento de purines y la admisión de la DGA de su "impotencia ante los incumplimientos de ley" son reveladoras. Aunque existen procedimientos regulatorios (como la evaluación de impacto ambiental y la Autorización Ambiental Integrada para la ampliación de granjas ), la magnitud y persistencia de las protestas indican una profunda falta de confianza en estos procesos y en la eficacia de la gobernanza. La desconexión entre las declaraciones y procedimientos oficiales y la percepción pública sugiere una importante brecha de gobernanza. Esta brecha no solo se refiere a la falta de cumplimiento, sino también a la incapacidad de construir consenso y legitimidad en torno a las estrategias de gestión ambiental. La erosión de la confianza hace extremadamente difícil implementar cualquier solución, incluso aquellas con beneficios ambientales, porque las comunidades sienten que se les está imponiendo en lugar de ser consultadas o compensadas de manera justa. Este fallo en la gobernanza exacerba el conflicto social y obstaculiza el desarrollo sostenible, afectando la viabilidad a largo plazo y la licencia social del sector porcino en su conjunto. 

6. Uniendo Valor Económico e Impacto Social: Una Perspectiva Holística

El sector porcino en Huesca y Aragón es, sin lugar a dudas, un pilar económico fundamental, generando un Valor Añadido Bruto (VAB) significativo, empleo y contribuyendo al desarrollo rural. Su contribución al PIB regional y a la creación de puestos de trabajo es innegable, con más de 21.000 empleos y un 3,55% del PIB en Aragón. En Huesca, la industria agroalimentaria, impulsada por el porcino, aporta un 5% al VAB provincial , y el 58% de las granjas se ubican en municipios de menos de 1.000 habitantes, lo que ayuda a fijar población en zonas rurales. 

Sin embargo, estos beneficios económicos coexisten con importantes costes sociales y ambientales:

  • Degradación Ambiental: La generación masiva de purines (20 millones de m3/año en Aragón ; 11,6-17,4 millones de toneladas/año en Huesca provoca una grave contaminación de suelos y acuíferos, emisiones significativas de gases de efecto invernadero y un alto consumo de agua. Estas son externalidades negativas directas. 

  • Conflicto Social: Las extensas protestas ponen de manifiesto la resistencia comunitaria, el sentimiento de ser "zonas de sacrificio" y las preocupaciones sobre la salud pública y la calidad de vida. Esto representa un coste social significativo en términos de cohesión comunitaria y bienestar.   

  • Erosión del Valor Intangible: La "demonización" del sector y la percepción pública negativa representan una erosión de la licencia social para operar del sector, una forma de valor intangible negativo que puede afectar el acceso al mercado y el crecimiento futuro. 

Un punto crítico es la percibida falta de transparencia en la adjudicación y gestión de los proyectos de tratamiento de purines. Esta opacidad alimenta la desconfianza y refuerza la percepción de que las decisiones se toman sin la participación o el beneficio de la comunidad, lo que lleva a acusaciones de favoritismo o corrupción. La controversia en torno a las plantas de biometano, a pesar de su potencial para reducir la contaminación por nitratos y las emisiones de GEI , surge precisamente de esta falta de transparencia y de la imposición de soluciones a comunidades reacias. Esto socava el propósito mismo de estas iniciativas ambientales.

Existe una marcada disparidad entre la concentración económica y la distribución de los impactos negativos en las poblaciones locales. Los beneficios económicos, como demuestran las empresas de mayor facturación en el Altoaragón, se concentran geográficamente, especialmente en la Zona Oriental y La Litera. Estas son las áreas donde se ubican las principales fábricas de piensos, grandes explotaciones ganaderas y mataderos, capturando ingresos y oportunidades de empleo sustanciales. Por el contrario, los impactos negativos (eliminación de purines, olores, contaminación del agua) a menudo se dispersan por un paisaje rural más amplio, afectando a comunidades que pueden no albergar estas grandes instalaciones generadoras de ingresos y, por lo tanto, no se benefician directamente de la actividad económica. 

Esta disparidad crea un desequilibrio fundamental: algunas regiones y entidades capturan un valor económico significativo, mientras que otras soportan las cargas ambientales y sociales, lo que confiere una "lógica" a las protestas, como se observa en la consulta inicial. Esta desalineación geográfica es una causa raíz de la fricción social.

La cadena de valor, aunque económicamente robusta en términos de producción y procesamiento , y generadora de un VAB sustancial , es insostenible en su forma actual. Los costes sociales y ambientales no están completamente integrados en el modelo económico. La desconexión entre dónde se genera el valor (concentrado en centros industriales) y dónde se asumen los costes (comunidades rurales dispersas) crea un sistema insostenible. Si los costes de la contaminación y el malestar social no se internalizan, la viabilidad a largo plazo de la cadena se ve amenazada por una creciente presión regulatoria (Europa demanda acciones ), una posible reacción negativa de los consumidores (Greenpeace sugiere reducir el consumo ) y una oposición social sostenida. El modelo actual extrae valor del medio ambiente y del tejido social sin una reinversión o compensación adecuada en esas áreas, consumiendo esencialmente sus propios cimientos. El verdadero "valor añadido" en un sentido sostenible debe contabilizar estos costes externalizados. El modelo actual, aunque productivo económicamente en un sentido estricto, es social y ambientalmente insostenible. El éxito a largo plazo requiere una reevaluación de la cadena de valor para asegurar que los beneficios se distribuyan de manera más equitativa y que la gestión ambiental se integre y financie plenamente dentro de las operaciones del sector, en lugar de ser externalizada. Esto implica avanzar hacia un modelo de "valor compartido", donde las ganancias económicas estén vinculadas al bienestar social y ambiental. 

7. Conclusiones y Recomendaciones

El sector porcino es un pilar económico vital en Huesca y Aragón, generando un VAB considerable, empleo y desarrollo rural, especialmente a través de su creciente capacidad de procesamiento y transformación cárnica. Su contribución al PIB regional y a la creación de empleo es innegable. La actividad económica se concentra geográficamente en áreas específicas como La Litera, donde se ubican importantes empresas de piensos, granjas y mataderos, lo que demuestra un robusto clúster industrial.

Sin embargo, a pesar de estos beneficios económicos, el sector enfrenta graves desafíos socioambientales, principalmente derivados del inmenso volumen de purines generados y las complejidades de su gestión. Las protestas generalizadas de las comunidades de la "España Vacía" ponen de manifiesto profundas preocupaciones por la contaminación ambiental (agua, suelo, aire), la salud pública y la percibida externalización del daño social, lo que lleva a la designación de "zonas de sacrificio". Esto indica un punto significativo de fricción social. Un aspecto crítico es la percibida falta de transparencia en la adjudicación y gestión de los proyectos de tratamiento de purines, lo que exacerba la desconfianza comunitaria y la resistencia a las soluciones propuestas, como las plantas de biometano. El modelo actual exhibe una disparidad significativa: el valor económico se concentra, mientras que las cargas ambientales y los costes sociales se dispersan, lo que confiere una base lógica a las protestas y un desafío a la licencia social para operar del sector.

Las protestas no se limitan a la contaminación; representan un desafío fundamental al derecho del sector a operar en su forma actual. La "demonización" del sector y las referencias a "zonas de sacrificio" indican que la industria está perdiendo su "licencia social para operar". Esta licencia no la otorga la ley, sino la aceptación y la confianza públicas, construidas sobre la base de la equidad percibida, la transparencia y el beneficio compartido. Sin ella, incluso las operaciones legalmente conformes se enfrentarán a una oposición constante, retrasos y daños a la reputación. La falta de transparencia y la percibida externalización de los costes socavan directamente esta licencia social.

Para fomentar un desarrollo sostenible, asegurar una distribución equitativa del valor, mejorar la transparencia en las prácticas de la industria y abordar las preocupaciones comunitarias, se proponen las siguientes recomendaciones:

  1. Internalizar los Costes Ambientales y Promover una Gestión Sostenible de Purines:

    • Implementar sistemas robustos y verificables para el tratamiento de purines que internalicen completamente el coste ambiental dentro de las operaciones de la industria, abandonando la externalización a los recursos públicos o a las comunidades afectadas. Esto podría implicar principios más estrictos de "quien contamina paga".

    • Explorar e invertir en una cartera diversificada de tecnologías sostenibles de gestión de purines (por ejemplo, digestión anaerobia avanzada con recuperación de nutrientes, no solo biogás para energía) que minimicen el impacto ambiental, reduzcan la dependencia de la aplicación en tierra y, potencialmente, creen nuevas fuentes de valor (por ejemplo, biofertilizantes, energía).

    • Apoyar la investigación y el desarrollo de soluciones innovadoras que reduzcan el volumen de purines en origen o aumenten su valor como recurso, fomentando un enfoque de economía circular.

  2. Mejorar la Transparencia y la Gobernanza Participativa:

    • Establecer procesos claros, transparentes y públicamente accesibles para la planificación, aprobación y supervisión de todas las instalaciones ganaderas nuevas y existentes, así como de las plantas de tratamiento de purines. Esto incluye hacer que las evaluaciones de impacto ambiental y los datos de monitoreo estén fácilmente disponibles.

    • Asegurar una participación y consulta comunitaria genuina en los procesos de toma de decisiones, yendo más allá de meros "períodos de información" para lograr una verdadera cocreación donde las preocupaciones y propuestas locales se aborden e integren de manera significativa.

    • Implementar un monitoreo y auditoría independientes del cumplimiento ambiental, con mecanismos claros para informar y abordar las violaciones de manera rápida y efectiva, reconstruyendo la confianza en los organismos reguladores.

    • Abordar la "brecha de gobernanza" fortaleciendo la aplicación de la normativa y demostrando la capacidad del Gobierno de Aragón para hacer cumplir las leyes ambientales y mediar en los conflictos de manera justa.

  3. Fomentar una Distribución Equitativa del Valor y el Desarrollo Rural:

    • Desarrollar mecanismos para asegurar que las comunidades que soportan la carga ambiental reciban una parte más equitativa de los beneficios económicos generados por la cadena de valor porcina. Esto podría incluir compensaciones directas, fondos de inversión locales para proyectos comunitarios u oportunidades de empleo preferenciales para los residentes locales en las nuevas instalaciones.

    • Promover la diversificación de las economías rurales para reducir la dependencia excesiva de una única industria, fomentando la resiliencia y medios de vida alternativos en las regiones de la "España Vacía".

    • Fomentar la responsabilidad social corporativa, instando a los principales actores de la industria a invertir directamente en el desarrollo de las comunidades locales y en los esfuerzos de remediación ambiental en las zonas afectadas, demostrando un compromiso que va más allá del mero cumplimiento.

  4. Mejorar la Comunicación y el Diálogo Público:

    • Iniciar campañas de comunicación proactivas y basadas en la ciencia para informar al público sobre las prácticas agrícolas modernas, los esfuerzos de gestión ambiental y la contribución económica del sector, al tiempo que se reconocen y abordan las preocupaciones legítimas. Se debe evitar un lenguaje despectivo.

    • Facilitar plataformas de diálogo estructurado entre la industria, el gobierno, los grupos ambientalistas y las comunidades locales para construir confianza, disipar la desinformación y encontrar puntos en común para una coexistencia sostenible, pasando del conflicto a la colaboración.

  5. Planificación Estratégica para el Crecimiento del Sector:

    • Desarrollar un plan estratégico regional para el sector porcino que equilibre explícitamente el crecimiento económico con la capacidad de carga ambiental y la aceptación social, lo que podría incluir un límite en el número de animales en áreas muy saturadas o la promoción de operaciones descentralizadas y de menor escala cuando sea apropiado.

    • Priorizar las inversiones en procesamiento de mayor valor añadido dentro de la región para maximizar los retornos económicos, asegurando al mismo tiempo que la gestión ambiental asociada sea sólida e integrada, evitando la creación de nuevas cargas ambientales.

Las recomendaciones de este informe buscan explícitamente reconstruir y asegurar la licencia social para operar del sector. Esto va más allá del mero cumplimiento; requiere un compromiso proactivo, una rendición de cuentas genuina y una dedicación demostrable a la creación de valor compartido que incluya el bienestar ambiental y social. No asegurar esta licencia social conducirá a mayores obstáculos regulatorios, resistencia del mercado y un conflicto social sostenido, lo que, en última instancia, pondrá en peligro la viabilidad económica a largo plazo del sector en Huesca y Aragón. El valor añadido, en su sentido más amplio, debe englobar esta dimensión social, reconociendo que la prosperidad económica no puede sostenerse sin la aceptación social y la integridad ambiental.

Daniel Vallés Turmo

Julio de 2025

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