viernes, 10 de julio de 2020

Barbastro, cruce espiritual

Caminos de Vida 54: Barbastro, cruce espiritual
Donde hay un cruce de caminos, nos encontramos un crucero que nos lo indica. Sobre los pilares romanos, se pusieron las cruces con el cristianismo.

Barbastro es un lugar privilegiado donde se ha juntado el camino de muchos líderes espirituales de implicación internacional a lo largo de los siglos.

El primero de ellos es San Valero, obispo de Zaragoza, que en el siglo IV fue desterrado a la cercana población de Enate. En época medieval sus restos fueron llevados a Roda de Isábena.

El segundo es el primer obispo de Barbastro, San Poncio, tras la reconquista cristiana de la ciudad definitiva en el año 1100 por Pedro I. La toma de Barbastro la puso en manos de la mártir francesa Santa Fe. Así, la segunda mezquita fue dedicada a esta santa. Hoy tenemos el portal de esta iglesia románica en el cementerio de la ciudad.

Antes, hubo una reconquista temporal en el año 1063 que fue la “primera” cruzada, llamada por el Papa Alejandro VI, que duro menos de un año. Se dice que fue un antecedente de las que luego se llevaron a cabo en Tierra Santa.

En el siglo XII, San Ramón es obispo de Barbastro Roda de 1104 a 1116, cuando es desterrado por el rey Alfonso I por las pretensiones del obispo Esteban de Huesca. A él debemos el mejor románico tanto en arquitectura como en pinturas.

En el siglo XIV, Alfonso II para en la ciudad a "los Pastorell", provenientes de Francia, que habían devastado la comunidad judía de Monclús y que acudían a Sarrión a la cruzada convocada por el rey. Volvieron por Somport a su país.

Ya en el sigo XVII, San José de Calasanz, fundador de las Escuelas Pías en 1617 en Roma, que fue sacerdote en la reciente inaugurada Catedral de la ciudad pagada por los ciudadanos con un impuesto sobre la carne. En Barbastro se construyó el primer colegio de esta orden religiosa,

Fundación en Barbastro de las Hermanitas de los Pobres Desamparados por Saturnino López Novoa y Teresa de Jesús Jornet e Ibars en 1872 en la actual plaza de la Constitución.

Fundación en Madrid en 1928 del Opus Dei por Josemaría Escrivá deBalaguer, nacido en Barbastro.

Cientos de sacerdotes martirizados en la Guerra Civil entre 1936 y 1939, representados por el beato Obispo Florentino Asensio Barroso, con capilla en la Catedral. Así, como el primer beato gitano, Ceferino Giménez Malla, “El Pelé”, con capilla en la Iglesia de San Francisco.

Menos conocido es el paso por Barbastro de Pedro Casaldáliga, en 1961, como Prefecto del Seminario Claretiano de Barbastro en el Pueyo y la Calle Conde. Los Claretianos se hacen cargo del Monasterio del Pueyo cuando lo dejan los Benedictinos.


Foto antigua del Pueyo (Fototeca de Huesca)

Como él dice:

Medio año después, en 1961 -después de tres años de ministerio en Barcelona-, con el billete de Iberia ya sacado para regresar a la Guinea, me llegó “el destino”, en viraje redondo, de Prefecto del Seminario Claretiano de Barbastro. Había de coger la Renfe, la “Burreta” en el último tramo del trayecto, y pasaría a ser el responsable de los seminaristas claretianos de Humanidades superiores, en aquel rincón de Huesca, casi en la falda del Pirineo Aragonés, al socaire de “El Pueyo” de los olivares y los almendros de Nuestra Señora, bajo las sombras aún presentes de los cincuenta y tantos mártires hermanos del 36…

La sujeción y la responsabilidad, casi obsesiva, del cargo de formador -yo había de ser ejemplo de mis formandos-, la quieta soledad del viejo caserón de la calle Conde -el más destartalado seminario que pudiera existir, por aquellas calendas, en la España postridentina- fueron para mí un segundo noviciado, bastante más consciente y no menos austero y apasionado. Volví a la oración intensa, a la fidelidad de las pequeñas cosas, a los cilicios y disciplinas y velas nocturnas y ayunos. Pero tuve que arriesgarme, también a una revisión, comprometida con la práctica, de los moldes de la Vida Religiosa y Apostólica. Porque yo era un formador. Un formador iconoclasta. De entrada quemé todas las flores de plástico del seminario, retiré varios santos acumulados en el altarcico de la capilla y revolucioné – otra vez a contrapelo de los superiores: ¡paciente, virgiliano, Padre Mir!- horarios y costumbres, rezos, lecturas, orientaciones y perspectivas.

Eran llegados los buenos días del Vaticano II. Las crónicas y las noticias del Concilio, las intervenciones renovadoras en el aula de las sesiones, las opiniones libres de los expertos, lo que el Concilio de hecho era y lo que uno deseaba que fuese para el futuro de la Iglesia, me enloquecían de entusiasmo y de generosidad.

A esas alturas, estando de acampada con mis seminaristas en el amado Pirineo, me llegó el nuevo destino: a Madrid, a la capital, a dirigir la centenaria revista “El Iris de Paz”. 


Pedro Casaldáliga (Wikipedia)

En El Cruzado Aragonés del 14 de agosto del 2020 se publica su poema "Los Olivares del Pueyo", que ya se había publicado en este mismo semanario en el año 1963.

"Los Olivares del Pueyo"

En 1968, viaja a Brasil. Seguidor de la Teología de la Liberación, Casaldáliga ha sido obispo de la Prelatura de la Amazonía durante cuarenta años. En todo este tiempo, junto a su equipo, ha construido una iglesia popular, abierta, comprometida, coherente y que opta decidida y abiertamente por los más pobres. Ahora tiene 92 años.

Otro, seguidor de la Teología de la Liberación, Ignacio Ellacuría, filósofo y religioso, fue asesinado en El Salvador en 1989 junto a otros jesuitas y personas de servicio de la comunidad.


Ignacio Ellacuría (Wikipedia)

Precisamente, es un prestigioso abogado barbastrense nacido en 1972 quien está defendiendo esta causa de asesinato, Manuel Ollés Sesé. También es conocido por su defensa de los derechos humanos en el ámbito internacional. Tiene su gabinete de abogados en Madrid


Manuel Ollés Sesé (Ollés Abogados)

Tras dejar los Claretianos El Pueyo, lo mantiene el Instituto del Verbo Encarnado. Su mantenimiento es impecable. Pero cosas de la dialéctica de la historia, han puesto en la explanada un busto del Papa Juan Pablo II, uno de los que más lucharon para desmontar la Teología de la Liberación. Se echa de menos, que quede constancia del paso de Pedro Casaldáliga por este monasterio.


Daniel Vallés Turmo, 11 de julio de 2020