jueves, 28 de febrero de 2019

Santa Nunilo y Alodia

Santa Alodia y Santa Nunilo forman parte del martirologio medieval español durante la invasión musulmana de la península.
Vírgenes y mártires, de padre musulmán y madre cristiana, según la tradición católica murieron decapitadas el jueves 21 de octubre del año 851 por un delito de apostasía tras negarse a renegar de su fe cristiana ante un juez (ya que, según la ley mahometana, los hijos de matrimonios mixtos eran musulmanes desde el momento mismo de su nacimiento), y ello tras haber sido educadas en el cristianismo por su madre cristiana en una de las época de persecución religiosa durante el dominio omeya. 
Unas supuestas reliquias se depositaron en el monasterio de San Salvador de Leyre (Navarra), aunque una pequeña parte de estas fueron llevadas a Adahuesca en 1672. Tras la desamortización de Mendizábal, las reliquias viajaron en su totalidad a Adahuesca, donde reposan casi en tu totalidad. Pequeños fragmentos se repartieron al Monasterio de Leyre, Huéscar y la Puebla de Don Fadrique (Granada). (Wikipedia)
Se dicen que nacieron en Betorz o Adahuesca.

Iglesia de Betorz

Hijas de padre musulmán y madre cristiana, las gemelas Nunilo y Alodia, nombres romanos, fueron educadas en el cristianismo tras morir su padre siendo todavía muy niñas, aún estando obligadas a profesar la fe de Mahoma. Al fallecer su madre, un pariente que pretendía conseguir el patrimonio perteneciente a las niñas las denunció a las autoridades y fueron hechas prisioneras en los calabozos del castillo de Alquézar.

Jalaf ibn Rasid, máximo poder musulmán de la región, fue quien las juzgó, y viendo las intenciones del pariente y la indefensión de las niñas, resolvió ponerlas en libertad. Pero el familiar no se contentó y las denunció ante el gobernador de Oscua, quien las condenó a muerte. Fueron decapitadas el 21 o 22 de octubre de 851.

Ermita de las Mártires en Huesca

Dice la leyenda que tras arrojar sus cuerpos en un lugar alejado de las murallas, las aves rapaces no los tocaron, sino que más bien fueron sus cuidadores. Y lo más sorprendente es que a lo largo de una noche, unos cristianos vieron destellos luminosos que salían del mismo lugar donde fueron arrojadas las santas.

Luego fueron arrojadas en un pozo en la actual calle Mártires de Huesca.

Donde estuvo el pozo donde fueron arrojadas las mártires

A parte de las ideas religiosas, son dos ejemplos femeninos de objeción de conciencia a mantener sus ideas. Aspecto que hoy se mantiene vigente.

Una persona me habló que se llegó a haber una romería de Adahuesca a Leyre. Este trazado coincide con la ruta romana de los trajineros que unía Barcelona con Pamplona.

La mayor parte de las reliquias se encuentran en Adahuesca desde 1672 en un capilla dedicada a las santas.

Capilla de las santas en Adahuesca

Esta entrada forma parte de la serie Caminos de Vida de este blog

Daniel Vallés Turmo, 28 de febrero de 2019