El
día 24 de junio de 2017 reuní en el Mesón de Samitier a “las
jóvenes del Mesón” de Hoz y Samitier para que se conocieran y
compartieran experiencias. “La joven del Mesón” era la que venía
de fuera y se casaba con el heredero. Como convivían varias mujeres,
se las diferenciaba con ese nombre y así les llaman hasta hoy con
una edad ya no tan joven superados los 86 años.
Saturnina
Ciprés nació en 1931 en Boltaña y se casó con el joven del
Mesón de Hoz. Mientras que Cruz Pardina nació en 1928 en
Tierrantona y se casó con el joven del Mesón de Samitier. Ellas son
“las jóvenes del mesón”.
Cruz Pardina y Saturnina Ciprés |
Conocí
a Saturnina realizando, para la guía Caminar en Sobrarbe, la ruta
Montesa
a Hoz que pasa junto al mesón. En el kilómetro 12,49 desde
Barbastro nos encontramos los muros de una paridera (corral donde se
encerraban las ovejas durante la noche) del Mesón de Hoz. Este tramo
de la cabañera es uno de los mejores conservados y más bonitos por
el paisaje y por los muros que bordean casi todo el camino. Debiera
ser declarado Bien de Interés Común.
Situación del Mesón de Hoz junto a la cabañera del Cinca |
El
Mesón ofrecía sus servicios tanto a los arrieros (que iban con
animales de carga), como a las cabañas. Las parideras la dejaban
gratuitamente a los pastores que se hospedaban en el mesón. Junto al
mesón, nos encontramos dos parideras.
Los
mesones cumplieron un papel muy importante para posibilitar el
traslado de un pueblo a otro cuando se hacía andando. Posibilitaban
no sólo cobijo y alimento, sino también, en muchas ocasiones,
socorro.
Este
fue el caso de Jesús, ya fallecido en el año 2015. Un pastor que
desde los años 70 estuvo en el mesón. Era de Letosa. Tras
despoblarse Sarsa de Surta donde era pastor, bajo a Suelves. Pero,
cuando se vendió el pueblo a una empresa belga, bajó al Mesón de
Hoz pidiéndoles el favor de guardarlas durante un tiempo. Y allí se
quedó.
Paridera del Mesón de Hoz junto a la cabañera |
Por
los caminos un caballo podría cargarse con un máximo de 120 kilos.
Así, el transporte de mercancías se solía hacer con caravanas de
caballos. En todas las comarcas había arrieros que se dedicaban a
transportar mercancías. Los de Naval eran muy conocidos, por haberse
dedicado al comercio de la sal. Los líquidos (vino y aceite) se
transportaban en odres de piel de cabra que podían almacenar hasta
60 litros depende del tamaño del animal. Mientras que los sólidos
en sacos.
Todavía
queda en pie en el Mesón de Hoz los establos donde dormían las
caballerías. No así, una herrería (para poner herraduras), que
sólo quedan las ruinas. Junto al mesón había dos balsas donde
bebían tanto el ganado como las bestias.
Volví
al mesón con un grupo de niños y padres de Senderismo Infantil y
Familiar de Montañeros de Aragón de Barbastro el 19 de noviembre de
2016. Saturnina nos explicó como era el funcionamiento de un mesón.
Todos y, especialmente, los niños nos quedamos encantados.
Grupo de Senderismo Infantil de Montañeros de Aragón en el Mesón de Hoz junto a Saturnina |
“La
joven de Mesón” lleva muchas decenas de años haciéndose cargo
del mismo. Transmite el carácter de una persona que se ha hecho a sí
mima y la buena conversación de quien ha tratado con mucha gente.
Saturnina
conoció el Mesón de Samitier el mismo día que pasaba por la
carretera viniendo de Boltaña para celebrar la boda. Conoció a su
futuro marido en la Feria de Boltaña y se fueron carteando hasta casarse. Esta era la forma habitual en aquella época. Así, mis
padres se conocieron en la Feria de Ainsa y todavía conservo alguna
carta de novios.
La
carretera por la que vino Saturnina se construyó en el Plan de
Carreteras de 1860; anteriormente se venía por Suelves y Arcursa.
Ver en el blog el Camino
de Boltaña. La cabañera seguía desde el Mesón al Collado de
Hoz, Naval, Casa de la Sierra, San Benito, río Susía para dormir en
un carrascal junto a Mediano. Antiguamente se hacía en una paridera
de una vecino de Mediano. Ver en el blog Cabañera
del Cinca.
En
la foto de abajo se indican con flechas blancas la situación del
Mesón de Samitier y el Paso de la Cabañera. También, en rojo, la
carretera de 1865 inundada bajo el embalse.
Situación del Mesón de Samitier y la carretera inundada de 1865 |
Cuando
llegó Saturnina al mesón el trabajo más importante era con las
cabañas de paso y algún arriero. Ya los camiones habían sustituido
a las caravanas de mulas de Naval que trajinaban con los productos
que se producían en el Somontano.
Precisamente,
fue con ese plan de carreteras cuando se construyó el Mesón de
Samitier con el fin de dar servicio a los carros y viajeros. Uno de
los huéspedes ilustres fue el fotógrafo y pirineista francés
Lucien Briet en el año 1910. El anfitrión, Mariano Carruesco, le
acompañó para que conociera el entorno. Se conserva una foto
pasando el río Cinca por la balsa de Ligüerre.
Cruz
vino al Mesón andando por el camino que venía de Tierrantona
cruzando el río Cinca por el Puente del Diablo, actualmente bajo las
aguas del pantano de Mediano. Ver en el Blog Entremón
a Humo de Muro.
También
está bajo el agua gran parte del trazado de aquella carretera. En la
foto un puente que todavía se mantiene en pie.
Puente de 1865 inundado por el pantano de Mediano |
Era
la vía de comunicación de La Fueva con la tierra baja. Un criado de
Casa Cambra de Tierrantona hacia un viaje diario hasta Mediano para
acarrear mercancías. En verano, hacía dos viajes. Mi abuelo Antonio
también compraba en Casa Cambra para aprovisionar el Sanatorio de
Pineta. Ver en el blog La
Tartana de Turmo.
El
Mesón de Samitier fue construido de nuevo para dar servicio a la
nueva carretera. Daba comida y cobijo a las personas y a los animales
de carga; pero no contaba con parideras. La cabañera pasa un
kilómetro más hacia arriba. Aunque sí venían a comer y dormir
algunas personas que iban con la cabaña.
Mesón de Samitier |
Conozco
a Cruz de haber parado a hablar con ella en muchas ocasiones para que
me contara cosas sobre rutas que estaba haciendo. De esas
conversaciones, recuerdo como me hablaba de la cantidad de paquetes
que se mandaban a Barcelona por Transportes Viñola en aquella época
en que los pueblos se fueron despoblando.
Aquellos
paquetes que llevaban gallinas y conejos vivos. Aquellos pisos de
Barcelona donde se criaban gallinas, conejos y cerdos. Mi tío Ramón
que hacía la ruta de Viñola entre Barbastro y Barcelona me contaba
todas las peripecias de aquel trasiego de paquetes con animales.
Cruz
mantiene la cabeza y el interés vivos. No se cansa de escucharme ni
de contestar a mis preguntas. Tras sus ojos escudriño las vivencias
tenidas que las transfiere con palabras precisas y amables.
Cruz
recuerda que venían criados del señor de Biés cuando pasaba la
cabaña al mesón. Su suegro y marido (que estaban en el campo) ya reconocían
el sonido de los trucos cuando se acercaban. Antes, esta cabaña
(cuando subía) había pasado noche, recuerda Saturnina, en el Mesón
de Hoz.
Saturnina
conoce más cosas sobre el señor de Biés y sus criados que nos
cuenta y deshila con la sabiduría que da la edad. El poblado de Biés
(junto a Puértolas) en una ladera del Cañón de Escuaín está
desierto y la casa del señor (que incluso tenía capilla)
derrumbada. Sus descendientes viven en Sariñena.
Paridera de la Sierra donde pasaban noche las ovejas del Señor de Biés |
Esa
cabaña del señor de Biés también pasaría por la calle Barranco
de Labuerda donde vivía mi madre. Mi tío José María me decía que
aprovechaban la estrechez de la calle para ordeñar alguna cabra a
escondidas de los pastores. Tras pasar la cabaña, mi abuela María
mandaba a sus hijos “ir a la mierda” para recoger los
excrementos y depositarlos en el montón de estiércol para la
huerta.
Es
esta la única coincidencia que logro entresacar de personas que
utilizaran ambos mesones, la del señor de Biés. Donde hay muchas
coincidencias es en la forma en que se daban las comidas. Al
mediodía, sopas de pan y ajo y carne de conserva o de algún conejo
que se mataba. Para cenar, verdura, ensalada y lo que hubiere. Para
beber, un porrón de vino sobre la mesa. Agua, sólo si se pedía.
Cuando
llegamos al Mesón de Samitier, suenan las campanas de Mediano, ya no
en su iglesia inundada, sino en la que se hizo hace unos años junto
a la carretera. Saturnina se da cuenta de ello y le contamos la
historia. Cruz nos cuenta como se salvaron las campanas
escondiéndolas en la iglesia de Samitier.
Saturnina
como Cruz escucharon aquellas campanas antes de casarse. Saturnina
cuando estuvo trabajando en el cercano pueblo de Camporrotuno y Cruz
cuando trabajaba en el bar que había en Mediano.
Carretera e iglesia de Mediano, habitualmente inundados |
El
Mesón de Samitier tuvo mucha vida durante la construcción del
Embalse de Mediano, pero fueron los últimos servicios que se daban,
pues tras la inundación de pueblo en 1969 ya se va menguando la
actividad hasta su cierre. El Mesón de Hoz fue viendo como iban
pasando menos cabañas hasta ser testimoniales en la actualidad.
Muchos mesones han sido derruridos y algunos restaurados. Este el caso del Mesón de Coscojuela que estaba junto a la carretera en dirección a Ainsa. A su lado, podemos encontrar un antiguo horno de pan exento.
Muchos mesones han sido derruridos y algunos restaurados. Este el caso del Mesón de Coscojuela que estaba junto a la carretera en dirección a Ainsa. A su lado, podemos encontrar un antiguo horno de pan exento.
Mesón de Coscojuela |
Pero
ambos mesones siguen vivos. El de Hoz ha apostado por el cultivo de
los viñedos disponiendo de 25 hectáreas de cultivos de vid. La llegada de la luz en el año 2014 fue un punto importante para posibilitar su futuro.
Inauguración traía de luz en el año 2014 (Foto DPH) |
El de Samitier ha renovado las instalaciones creando tres apartamentos confortables para alquiler turístico. Ver página web del Mesón de Samitier.
Mientras
estamos reunidos, llama un repartidor de paquetes de compra realizada
por Internet. El Mesón de Samitier todavía sigue siendo lugar de
referencia donde dejar estos paquetes para muchos vecinos de las
aldeas cercanas.
Dejo
un momento solas a Cruz y Saturnina para que hablen de una vida con
muchos parecidos. Incluso el viaje de novios para ver el mar. La una
a Mallorca y la otra a Valencia. Cojo alguna expresión a lo lejos,
pero prefiero ausentarme. Sus rostros, sus manos y el tono de sus
palabras comunican mucho más que lo que dicen. Hablan de dignidad y
resiliencia.
Volvemos
al Mesón de Hoz por el Puerto del Vino, siguiendo la misma carretera
que cogió Saturnina para ir por primera vez, pero esta vez a un
lugar conocido que ella misma ha ido posibilitando su supervivencia y prosperidad.
EPILOGO
Pregunto a mi tío Antonio de Labuerda si había dormido en el Mesón de Samitier. Me dice que una vez durmió con su padre. Era vísperas de Navidad. Fueron a Clamosa a comprar higos secos.
Mapa de situación del paso a Clamosa |
Dejaron el carro el Mesón de Ligüerre y siguieron en camino junto a barranco hasta el cajón que había para atravesar el río. Entonces no estaba construido el pantano de El Grado. Se llevaron el caballo y la mula. Mi abuelo atravesó el río y mi tío se quedó esperando.
En el blog Mi infancia en Clamosa se pueden encontrar fotos de Clamosa y del paso del río como la foto adjunta.
En el blog Mi infancia en Clamosa se pueden encontrar fotos de Clamosa y del paso del río como la foto adjunta.
Cajón de Ligüerre. Fuente: Blog Mi Infancia en Clamosa |
Era casi de noche cuando volvió su padre. Le acompañaron hasta el cajón y le ayudaron a pasar. Cargaron los animales con los dos sacos y partieron al Mesón de Ligüerre. No había sitio para dormir. Engancharon el carro y siguieron hasta el Mesón de Samitier donde sí había cama. Recuerda que tenía sabañones y le dieron miel para que se calmara el dolor.
Al día siguiente fueron a Labuerda. Los higos los vendía mi abuelo en Bielsa. en la plaza mayor. Utilizaba un almud de madera como medida.
Al día siguiente fueron a Labuerda. Los higos los vendía mi abuelo en Bielsa. en la plaza mayor. Utilizaba un almud de madera como medida.
"A
todas las mujeres del Pirineo como Cruz y Saturnina, que siguen
siendo jóvenes".