El Vallé de Vió
merece una visita por el impresionante paisaje de sus cañones y su cercanía a las
altas cumbres de Las Tres Sorores, pero también la merece por su
interesante patrimonio arquitectónico religioso y civil.
Valle de Añisclo bajando de Vió |
Destacar las iglesias y ermitas que nos encontramos en su entorno, muchas de ellas
románicas. Lamentablemente no las podemos visitar porque están
cerradas y, además, su patrimonio artístico se ha llevado a lugares
mejor resguardados.
Este es el caso del Museo Diocesano de Barbastro - Monzón, donde podemos encontrar muchas de
estos tesoros artísticos. En este artículo se pretende aunar las
dos visitas para tener una visión más profunda.
Se propone recorrer el
tramo del sendero señalizado GR 15.1 desde Vió a Fanlo
pasando por Buerba y Buisán. Este camino coincide con el tradicional
que unían estos pueblos, como podemos verlo señalado sobre un mapa
de 1931.
Recorrido marcado en un mapa de 1931 |
Este tramo tiene una
longitud de 12 kilómetros. Los carteles marcan 3 horas 20
minutos. Como vemos en el mapa adjunto de la ruta, tampoco nos
encontramos un desnivel significativo. Así, que es una ruta sencilla
y agradable. Se podría alargar partiendo o llegando a la ermita de
San Úrbez.
Tablero explicativo de la ruta |
Aunque la ruta está muy bien
señalizada, podemos descargar la ruta en wikiloc.
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Logística
Al tratarse de una ruta
lineal es necesario disponer de dos coches o que alguna persona nos
lleve y recoja. La ruta propuesta es desde Vió hasta Fanlo. Podemos
llegar por Escalona cogiendo el desvío de Añisclo. Si es posible,
merece la pena llegar por la pista asfaltada que va por el Valle de
Vió, que coincide con el camino tradicional desde Puyarruego. La carretera hasta el puente de San Úrbez no aparece en el mapa de 1931.
Si se quiere hacer la
ruta más larga (hasta el eremitorio de San Úrbez que en el
siglo VIII estuvo trabajando de pastor en este valle) podemos optar
hacerla de subida o de bajada saliendo desde Fanlo.
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Vió
Situado a 1.220 metros de
desnivel, tradicionalmente dependían de este municipio las aldeas de
Gallisué, Nerín y Sercué. Disponía de un molino harinero junto al
barranco de Aso.
Vió |
Su iglesia principal está dedicada a
San Vicente Mártir. (Mártir del siglo III nacido en Huesca
que acompañó a San Valero en su destierro). En Labuerda, tenemos la impresionante Iglesia de San Vicente y en Roda de Isábena, la catedral estaba dedicada al santo.
Además, en Vió están las ermitas de San Úrbez y San Miguel. La iglesia es de estilo románico lombardo del siglo XII. La torre es del siglo XVI.
Además, en Vió están las ermitas de San Úrbez y San Miguel. La iglesia es de estilo románico lombardo del siglo XII. La torre es del siglo XVI.
San Vicente Mártir de Vió |
Ábside de estilo Lombardo |
Las iglesias románicas
solían estar decoradas con frescos donde se narraban historias de la
biblia. En aquella época, la memoria era narrativa y no visual como
ahora. En el ábside había un Pantocrátor del siglo XIII, cuyo
original se encuentra en la Catedral de Barbastro.
En el museo se encuentra, también, el Pantocrátor de Villamana, un pueblo cercano de La Solana. Pantocrátor significa "Todopoderoso".
En el museo se encuentra, también, el Pantocrátor de Villamana, un pueblo cercano de La Solana. Pantocrátor significa "Todopoderoso".
Pantocrátor de Vió |
Aunque se halla parcialmente
deteriorada la pintura, su escena central correspondiente a Cristo en
Majestad flanqueado por los Tetramorfos (figuras de animales que
representan a los evangelistas) se conserva muy bien. No así, otras
partes donde se narra el martirio de San Vicente (izquierda) y la
Epifanía (derecha).
Detalle del Pantocrátor de Vió |
En la parte superior, se
adivina la figura de San Miguel pesando las almas con su
balanza y un peludo demonio intentando desequilibrarla a su favor.
En el mismo templo había
un retablo con la figura de San Miguel, que podemos encontrar en el
Museo Diocesano de Barbastro - Monzón. En la web del museo se explica la
figura
de San Miguel en su colección.
Detalle Retablo de Vió (Fuente Web Museo Diocesano) |
“San
Miguel es uno de los siete arcángeles, ocupa entre ellos el más
alto lugar y la Biblia le llama “Príncipe” (Daniel 10, 13).
Según la tradición, San Miguel desempeña una importante tarea en
el Juicio Final: las buenas y malas acciones de los hombres, en el
momento de la muerte, serán pesadas en los platillos de una balanza
que Satanás tratará de desequilibrar para conseguir la condenación
del alma”.
Iniciamos el camino hacia Buerba,
que es en bajada, a penas 700 metros y unos 15 minutos.
Ruta entre Vió y Buerba |
2
Buerba
Situado a 1150 metros de altura, era el
lugar de paso de las cabañas que subían desde Boltaña hacia los
puertos por Nerín. En 1845 vivían 28 personas. Actualmente nos encontramos con varios restaurantes y casas de turismo rural. El lugar merece la pena.
Buerba desde Vió |
La iglesia está dedicada a San Miguel.
La hechura del templo es del siglo XVI, En las casas, sorprenden las chimeneas de los hogares.
San Miguel de Buerba |
En la entrada podemos ver
un papel que nos recuerda el ajuar litúrgico con que contaba y que
actualmente está depositado en el Museo Diocesano de Barbastro - Monzón.
Destaca la Cruz Procesional de 1570.
Cruz de Buerba (Fuente: Web Museo Diocesano) |
Seguimos el camino hacia
Buisán (10,1 km y 2 horas 40 minutos) pasando por el Collado de
Trito a unos 6 kilómetros.
Ruta de Buerba al Collado de Trito |
Desde el collado, nos quedan 4
kilómetros hasta Buisán siguiendo una pista forestal.
Ruta del Collado de Trito a Buisán |
3
Buisán
Situado a 1.290 metros de altura, se
encontraba de paso de las cabañas que subían desde La Solana. En
1845 contaba con 40 personas. Se puede acceder en coche por una pista desde Fanlo.
Buisán |
La iglesia de San Vicente,
románica del siglo XII, se encuentra en ruinas.
San Vicente de Buisán |
Adolfo Castán en su libro de 1990
"Románico e Iglesias de Cabecera Triple en la Ribera del Ara
y Valle de Vió" muestra una foto de cómo era el interior cuando ya se encontraba e mal estado.
Interior de San Vicente de Buisán antes de derruirse |
En el Museo Diocesano de Barbastro - Monzón,
podemos encontrar un apartado dedicado a los Retablos
de Fanlo y Buisán del
primer cuarto del siglo XVI.
Retablos de Fanlo y Buisán (Fuente: Web Museo Diocesano) |
En su
web se explican las piezas de gran calidad, como este detalle de la
última cena que se encontraba en Buisán.
Detalle retablo de Buisán |
Para
ir a Fanlo, seguimos el sendero de la GR 15. Se encuentra a 1,6
kilómetros, unos 25 minutos.
Ruta de Buisán a Fanlo |
4
Fanlo
Situado
a 1.300 metros de altura era el núcleo con más población del Valle
de Vió. En 1845 tenía 239 habitantes. Nos encontramos con una casa fortaleza.
Su
Iglesia de los Tres Reyes
fue construida en el mismo lugar en el que, en el siglo XIII, existió
otra construcción románica. A finales del siglo XVI y comienzos del
siglo XVII se levanta la nueva iglesia.
Iglesia de los Tres Reyes de Fanlo |
En
los últimos siglos, esta iglesia fue elevada a rango de colegiata
con capítulo eclesiástico formado por un prior y cuatro
beneficiados, uno de ellos maestro de niños y organista. De aquí,
la importancia de su patrimonio artístico, como este detalle de su
retablo que se encuentra en el Museo Diocesano de Barbastro - Monzón.
Detalle retablo de Fanlo (Fuente: Web Museo Diocesano) |
Desde
la segunda mitad del siglo XVIII la iglesia contó como padrinos a
Don Melchor Borruel y Pedro Satué, dos importantes eclesiásticos
nacidos en Fanlo que enriquecieron la iglesia con un ajuar del que
hoy se conservan algunas piezas depositadas en el Museo Diocesano de
Barbastro - Monzón. La pieza más significativa es el Copón
Ostentorio de principios del
siglo XVII.
Copón Ostentorio de Fanlo (Fuente: Web Museo Diocesano) |
En
la web del
museo nos explica el significado litúrgico. “El
copón es una copa grande con tapa, que contiene las formas
eucarísticas destinadas a la comunión de los fieles. Apareció a
fines del siglo XVI cuando, se comenzó a comulgar con una frecuencia
antes desacostumbrada.
El
impulso al culto eucarístico había venido de la mano del Concilio
de Trento, como respuesta a la confrontación con la Reforma
protestante. En aquellos años difíciles del siglo XVII, la
adoración de la Eucaristía se convirtió en una de las principales
preocupaciones de la Iglesia. Este nuevo culto también motivó la
aparición de ajuares litúrgicos adecuados para exponer la
Eucaristía, y así fue como se generalizaron los
copones-ostensorios.”
La visita al Museo Diocesano en Barbastro es necesaria para entender la idiosincrasia de las personas que vivieron en estos pueblos tan aislados. Además, del significado religioso de las obras que había en las iglesias, podemos conocer las técnicas como se hicieron.
Daniel Vallés Turmo, 7 de junio de 2015