Calasanz es un pueblo de la
comarca de La Litera que merece una visita tanto por su casco urbano
como por su entorno paisajista. Podemos dedicarle una mañana o una tarde. Según wikipedia es el núcleo de población más antiguo de La Litera (ya mencionado en un documento visigótico del año 556.
Calasanz alcanzó su máxima población hacia 1857 en que llegó a contar con 1.003 habitantes, pero la población actual de Calasanz ronda las 40 personas (debido a la emigración de los años 50–70), triplicando prácticamente durante la época estival.
Calasanz alcanzó su máxima población hacia 1857 en que llegó a contar con 1.003 habitantes, pero la población actual de Calasanz ronda las 40 personas (debido a la emigración de los años 50–70), triplicando prácticamente durante la época estival.
Calasanz |
Lo primero que nos llama la atención al llegar es la ermita románica de San Bartolomé que se encuentra en
lo que era la fortaleza. Un cartel nos dice que fue consagrada el 24
de agosto de 1103 por el obispo Poncio (el primer obispo de Barbastro) un año después de la
reconquista de la población. Pertenecía al Monasterio Benedictino
de Santa María de Alaón.
Portada Ermita de San Bartolomé |
En esta ermita mi tía
Consuelo se refugió en la Guerra Civil. Estaba en Vic con su tía
Encarnarción para curarse de una pierna. Su tío Tomás, que era de
Calasanz, trabajaba de encargado en una fábrica textil de Vic y tuvo
que marcharse por amenazas.
Mi tío Antonio me contó
como bajaron de Labuerda con su padre en un carro hasta Estadilla,
donde vivía su tío José. Aquí dejaron el carro y les indicó el
camino de la sierra para llegar con el caballo hasta Calasanz.
Ermita de San Bartolomé desde el castillo |
Desde lo alto vemos las salinas
abandonados y el barranco que luego visitaremos bajo una peña
acantilada.
Salinas desde el castillo |
Subimos a lo alto donde estaba la
fortaleza musulmana. Un cartel nos indica que formaba parte de
la frontera superior del Andalus en el siglo X y XI junto a los
castillos de Barbastro, Monzón, Mora de Peralta, Estopiñán y
Balaguer. Pedro I lo tomo definitivamente en 1098.
Quedan restos de un aljibe, lienzos de
la muralla y un torreón. Desde arriba se contempla la iglesia de San
Cipriano y un magnífico paisaje del estrecho del barranco.
San Cipriano desde el castillo |
Descendemos a la población. Desde la
iglesia de San Cipriano, ya mencionada en el siglo VI por el
diacono Vicente de Huesca, contemplamos el acantilado sobre el que se
encuentra la fortaleza.
Castillo desde la iglesia de San Cipriano |
También contemplamos la formación que
atraviesa el barranco, que luego visitaremos hasta llegar al
estrecho.
Congosto del barranco desde la iglesia |
Volvemos a la entrada del
pueblo callejeando. Calasanz es un pueblo que conserva toda la pureza de las antiguas poblaciones de montaña, manteniendo su estructura medieval, con el trazado sinuoso de sus calles adaptadas a la orografía del terreno.
Las fachadas de sus antiguas casonas y casas señoriales de los siglos XVII y XVIII reflejan el antiguo esplendor de la villa. Muchas de ellas mantienen las viejas piedras esculpidas con los escudos familiares y los motivos decorativos de las puertas doveladas, o los detalles arquitectónicos más sencillos pero a la vez más integrados en un conjunto urbano rural característico de una población de montaña en la cual la tranquilidad de sus estrechas callejuelas parece haber detenido el paso del tiempo.
Al estar situado el casco urbano sobre una colina, existen bellos rincones donde disfrutar de esplendidas vistas sobre toda la comarca.
Me pregunto donde vivía el tío hermano de mi madre Ramón. Era el pequeño de los ocho hermanos, además de dos expósitos, Simón y Juan. Simón siguió manteniendo una relación como hermanos de sangre, teniendo una buena relación con Ramón.
Las fachadas de sus antiguas casonas y casas señoriales de los siglos XVII y XVIII reflejan el antiguo esplendor de la villa. Muchas de ellas mantienen las viejas piedras esculpidas con los escudos familiares y los motivos decorativos de las puertas doveladas, o los detalles arquitectónicos más sencillos pero a la vez más integrados en un conjunto urbano rural característico de una población de montaña en la cual la tranquilidad de sus estrechas callejuelas parece haber detenido el paso del tiempo.
Al estar situado el casco urbano sobre una colina, existen bellos rincones donde disfrutar de esplendidas vistas sobre toda la comarca.
Me pregunto donde vivía el tío hermano de mi madre Ramón. Era el pequeño de los ocho hermanos, además de dos expósitos, Simón y Juan. Simón siguió manteniendo una relación como hermanos de sangre, teniendo una buena relación con Ramón.
Trabajaba de pastor en la
zona de Graus. Cuando se afirmaba, pedía permiso el día 28 de cada
mes para ir a visitar a su hermano Ramón a Calasanz. Por el camino,
cazaba 4 o 6 liebres.
Ruta a las salinas y el estrecho |
Podemos hacer una ruta andando hasta
las salinas y el barranco de 1,7 kilómetros y 40 minutos de ida. El
camino está señalizado. Ida y vuelta nos constará unas dos horas.
Señalización Salinas |
A 300 metros nos encontramos la antigua
fuente del pueblo. Vemos que todavía se utiliza para subir agua al
pueblo con un motor eléctrico.
Fuente del pueblo |
Siguiendo la carretera,
un desvío nos indica el salinar y el pozo de hielo, que los
encontramos a 400 metros. Un cartel nos explica su historia y forma
de utilización. Dice que fueron utilizados en oriente y luego por
los romanos. En Aragón se hicieron muy comunes en el siglo XVI.
Pozo de hielo |
A 300 metros del pozo de
hielo se encuentran las salinas,
hoy abandonadas. Un cartel nos indica que ya aparecen en un
documento del año 1332. Dejaron de usarse en el año 1708 por
imperativo real. Las construcciones que vemos ahora son del año
1953. Consta de las salinas y el pozo fuente.
Balsas de secado de las salinas |
Pozo fuente de la salina |
Seguimos la ruta durante
800 metros por un camino que baja por la parte derecha del barranco
hasta llegar al estrecho del barranco. El paisaje es excepcional.
Estrecho del barranco |
De vuelta con el coche, podemos parar
en la Ermita de Nuestra Señora de la Ganza, que la vemos
señalizada en la carretera. Un cartel nos explica que fue mandada
construir por Pedro I en recuerdo y agradecimiento de la toma de
Calasanz. La leyenda dice que en su sitial llevaba siempre la imagen de la Virgen de la Ganza y cuando se conquistó Calasanz, tras un largo asedio, la Virgen ordenó que le construyeran un eremitorio.
De su origen románico, únicamente queda la portalada y fachada principal.
De su origen románico, únicamente queda la portalada y fachada principal.
Nuestra Señora de la Ganza |
Daniel Vallés Turmo, Junio de 2015