sábado, 17 de agosto de 2013

La Tartana de Turmo (Tierrantona Labuerda Pineta)

Antonio Turmo Turmo era mi abuelo materno. Nació en 1889 en El Món de Perarrua en Casa Molí, siendo el menor de 8 hermanos. Como otros jóvenes de la Ribagorza le tocó ir a trabajar a temporadas a Francia donde aprendió a ser barbero cortando el pelo a sus compañeros.

Las obras del salto hidroeléctrico de El Rún en la Ribagorza le permitieron lograr un trabajo continuo en el valle, dejando la venta ambulante que realizaba por los pueblos ayudando a su hermana de Santaliestra que tenía una tienda. 

Entre Campo y Seira se encontraba el Mesón de Argoné donde trabajaba y conoció a su mujer María Barrabés Espuña, nacida en 1900 en Casa Román de Merli, en su ir y venir a las obras.

Mesón de Argoné con tartanas en la carretera

Tras casarse hacia 1918 se marchan a trabajar a las Minas de Parzán, viviendo en Bielsa donde regentan una taberna-barbería en el que tenían un gramófono para animar la clientela que venía.

Gramófono de de Antonio y María

Con el cierre de las minas y la finalización de las obras hidroeléctricas de Lafortunada, se establecen en Labuerda en 1921 en la que se llamará Casa Barbero esperando la construcción de la presa de Labuerda y el túnel con Jánovas. La casa había sido utilizada anteriormente como cuartel de la Guardia Civil.

En 1922 nace el primer hijo, Antonio. A pesar de no hacerse las obras, deciden quedarse en Labuerda. En la casa regentan una barbería y una pequeña tienda, aunque Antonio dedica gran parte de la semana a recorrer los pueblos de la comarca de Sobrarbe para comprar y vender mercancías. 

En 1929 compra un Ford T que tenían los ingenieros de Iberduero, con matrícula HU 164, pero se lo vuelve a vender ese mismo año para continuar con una tartana tras un pequeño percance en Boltaña. 

Documentación Ford T HU 164

Esta tartana había sido utilizada para hacer el servicio de Correos desde Ainsa hasta Bielsa. La imagen que tenemos de una tartana es la de las carretas que aparecen en las películas del oeste americano,

Tartana en Laspuña. Foto de Kurt Hielscher realizadas entre 1913 y 1918

Precisamente será con esa tartana con la que abasteció de alimentos frescos al Sanatorio de Pineta que compraba en Tierrantona en un periodo de tiempo desde su inauguración en 1931 hasta que se cerró en el comienzo de la Guerra Civil. La carretera para pasar el paso de Las Devotas era un sendero (como se ve en la foto inferior) hasta que se construye la carretera por la empresa Hidroeléctrica Ibérica.


Paso de Las Devotas para llegar a Bielsa.
Foto de Kurt Hielscher realizadas entre 1913 y 1918

El ejercito republicano, en su retirada hacia Francia en febrero de 1938, requiso la tartana y la caballería. Una vez que el ejército había pasado a Francia, Antonio subió para recuperarlos. Encontró la tartana en el hospital de Parzán en Barrosa, pero no el caballo que se lo llevaron en la retirada. Cogió un burro que vagaba cerca para bajar el carro a Labuerda. A los pocos meses, una persona vino a recoger el animal porque le habían dicho que se encontraba en Casa Barbero.

Tras la Guerra Civil, ya no se reanudó el comercio con el Sanatorio y Antonio tuvo que dedicarse al comercio por los pueblos. Para las fiestas llevaba una Rueda de la Fortuna en la que por unos céntimos se probaba suerte. El premio en los adultos podía ser tabaco y en los niños dulces o algún juguete.


Rueda de la Fortuna que llevaba Antonio en las ferias

Salía de Labuerda los lunes a Tierrantona para dormir allí y volver el martes con la mercancía. El miércoles iba a Pineta para dormir en Casa Agustín en la plaza de Bielsa y regresar el jueves a casa. En total, cuatro días a la semana.

El proyecto del Sanatorio de Pineta lo encarga el Doctor Isaac Nogueras Coronas a Joaquin Porqueras en 1929 con el objeto de tratar las enfermedades del pulmón. Como se ven en la foto, el proyecto iba a contar con una segunda ala que le hacía un edificio de extraordinarias proporciones para la época.

Proyecto Sanatorio de Pineta

En Agosto de 1929 se publica el anuncio del Concurso de Obra en el diario ABC, habiendo constituido la empresa Sanatorios del Pirineo Aragonés, S.A., que ya contaba con el Sanatorio de Boltaña.

Anuncio Concurso en el ABC en 1929

Hacia el año 1930 podemos ver en las fotos de Ricardo Compaire (Fuente Foto: Museo de Bielsa) cómo el Sanatorio de Pineta se encuentra en construcción. Se dispone una sola ala. A la derecha de la escalera central estaba pensada otra ala que nunca se volvió a realizar.

Sanatorio de Pineta en Construcción hacia 1930

La inauguración del Sanatorio de Pineta tiene lugar el 22 de junio de 1931, como se ve en la foto adjunta (Fuente Foto: Museo de Bielsa), con la presencia de autoridades civiles, militares y religiosa.

Inauguración en 1931

Isaac Nogueras Coronas tiene a su hermano Antonio ejerciendo de médico en Barcelona, sirviendo de contacto para facilitar la comercialización del sanatorio, entre otros medios,  a través de los anuncios que se realizan en La Vanguardia, como el adjunto. En el mismo se dice que sale un automóvil todos los sábados.

Anuncio en La Vanguardia en 1932

Uno de los motivos de construir el Sanatorio en Pineta era que los pacientes pudieran respirar aire puro. Solían estar tapados con mantas en unas tumbonas instaladas en las terrazas, como se muestra en la foto. (Fuente Foto: Museo de Bielsa). Mi tío Antonio, cuando acompañó a su padre en una ocasión, se acuerda de haberlos visto.

Tumbonas instaladas en las terrazas

Con el comienzo de la Guerra Civil en julio de 1936, el sanatorio es utilizado por el Ejército Republicano, siendo bombardeado en 1938 con motivo del frente de la Bolsa de Bielsa quedando inutilizado. (Fuente Foto: Museo de Bielsa)

Tras la guerra es comprado por La Alianza de Barcelona, siendo inaugurado en 1949 pero sin darle apenas utilidad. En 1964 es utilizado para uso de colonias por las Escuelas Pías, Colonias Padre Turull. En actualidad es utilizado como Albergue Juvenil abierto a todo público.

Sanatorio destruido en 1938

El 17 de agosto del 2013 hago en coche el recorrido de 110 kilómetros que hacía mi abuelo para ir a comprar a Tierrantona y volver para Pineta. Me acompaña mi tío Antonio Turmo Barrabés de casi 91 años de edad, que en alguna ocasión acompañó a su padre.

Ruta en coche de Tierrantona a Labuerda

El lunes, aún de noche, Antonio cogía la tartana (carro con toldo) para dirigirse a Ainsa, luego hacia Banastón, pasar cerca de Gerbe para dejar el carro en el Molino de Arro, hoy en ruinas, junto al Río Lanata. En aquella época la carretera sólo llegaba hasta Arro. (Fuente Foto: SIPCA. Marta Puyol)

Ruinas del Molino de Arro

El recorrido en coche, por la actual carretera hasta Tierrantona es de unos 21 kilómetros desde Labuerda. 

Recorrido en coche de Labuerda a Tierrantona

Antonio, cogía un camino de herradura en el Molino de Arro que atajaba el actual recorrido yendo únicamente con la caballería, como se marca en amarillo en este mapa de los años 30 pasando por Luján antes de llegar a Tierrantona.

Mi tío, en Gerbe, me habla de otro camino que cogían para ir a El Món de Perarrúa con su padre, que iba por Muro de Roda, Pomporciello, Ermita de San Agustín, Formigales y Troncedo. Es una de las variantes del llamado Camino Antiguo de La Fueva, muy utilizado para ir a las ferias de Graus.

En la ruta de Caminos de Barbastro El Camino de la Feria (Graus a Ainsa) describo el camino completo y realizo el trayecto de Perarrúa a Troncedo pasando por El Món.

Camino del Molino de Arro a Tierrantona

Antonio compraba la mercancía en Casa Cambra de Tierrantona, donde nos encontramos un bar actualmente. Solía coger huevos, pollos, tocinos y cualquier encargo que tuviera del Sanatorio. Era un establecimiento que compraba y vendía en toda La Fueva. Bajaban a Mediano para recoger la mercancía que venía de Barbastro.


Casa Cambra de Tierrantona

Hago una fotografía de mi tío Antonio junto donde estaba la entrada de la tienda. Su padre se quedaba a dormir esa noche para volver al día siguiente a Labuerda. Alegra ver que sigue abierto un negocio, aunque en este caso es un bar.

Antonio Turmo delante de Casa Cambra de Tierrantona

Volvemos con el coche a Labuerda para juntarnos con la ronda que recorre el pueblo. Fotografío a mi tío en la Calle Barranco mirando hacia Casa Barbero donde nació y donde su padres guardaba la tartana cargada de mercancía para salir de madrugada. El ambiente es muy animado entre la música, los asistentes y el aperitivo que se ofrece en cada casa.

La Ronda en la Calle Barranco de Labuerda

Una hora más tarde le rondan a Antonio delante del Hotel Turmo. Al acabar, se ofrece a los rondantes un exquisito caldo que sienta muy bien a pesar que hace un día caluroso de agosto.

Ronda delante del Hotel Turmo de Labuerda

Comemos un poco, porque no hemos dejado de picotear en la ronda, y subimos hacia el Sanatorio de Pineta en coche, son unos 34 kilómetros desde Labuerda. Mí tío José María me comenta que su padre les avisaba, cuando el carro estaba muy cargado, para ayudarles a empujar el carro en la subida que hay desde la Calle Barranco a la Plaza y luego el trozo antes de llegar a la carretera.

Es verano y hace calor. Subiendo la rampa que hay pasado el Mesón de Salinas, recuerdo que el abuelo Antonio utlizaba herradura de hielo en el invierno para que el caballo no patinara.

Llegamos al sanatorio. El aparcamiento está lleno de coches. El albergue está completo con un campamento de familias. Entramos en el recinto exterior para examinar el edificio. Nos sorprenden unos niños disfrazados.

Antonio delante del antiguo Sanatorio de Pineta

Un responsable del albergue nos acompaña al interior, mi tío Antonio nunca había entrado dentro. Resulta curioso que compran el pan de Turmo de Labuerda, que puso en marcha mi tío y sus hermanos hacia 1950 tras la muerte de su madre María. El primer horno fue construido con piedras losas de Escalona y piedra toba de Gerbe.

Ahora regenta Panadería Turmo su hija Asunción y esposo Joaquín. Además de pan y repostería mantienen la tradición de tienda que comenzó el abuelo Antonio.

Antonio en una galería del antiguo Sanatorio de Pineta


Daniel Vallés Turmo, 17 de agosto de 2013

Sus hijos Antonio y José María ya han fallecido dedicándose al comercio en Sobrarbe y Ribagorza. Desde hace un siglo un vehículo Turmo lo sigue haciendo por ambas comarcas.

Patricia Vallés en la Feria de Ainsa

Ayer, la biznieta Patricia Vallés, informaba para la Televisión Aragonesa en el mismo lugar donde sus antepasados tantas veces estuvieron vendiendo.
7 de setiembre de 2019

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