Mi abuela materna María siempre se preocupaba por los pobres que pasaran frío. La entrada El Camino de la Vida está dedicada al trayecto que hacía su madre entre Merli y Labuerda cuando su hija tenía un hijo,
En la entrada de Labuerda viniendo de Bielsa, junto a la carretera, había una caseta para que pudieran habitarla como refugio los transeúntes. Frente al molino.
Le llamaban “la casa del pobre”. Debería haberlas en otras poblaciones porque así encontré otra en Sariñena con el mismo nombre. En la montaña siempre ha habido casetas, bordas o refugios para pasar la noche o por el mal tiempo. En la foto vemos una del Tozal el Asba.
Caseta junto a la balsa del Tozal del Asba |
En nuestro entorno las instituciones han hecho que no haya personas sin hogar. La última persona que quiso vivir como pobre en Barbastro fue Félix Cañada que nos dejó hace 5 años. En el semanal El Cruzado Aragonés, apareció un artículo sobre este vecino que escogió vivir al margen del sistema.
Félix Cañada (Fuente: El Cruzado Aragonés) |
Se hizo una casa junto a la acequia del Cinca en los Alcanetos (Ver entrada en el blog sobre esta partida. Se le veía por la calle yendo al Hotel Sancho Ramírez y El Pueyo donde le daban comidas siempre con su bolso negro al hombro. La foto es de hace 5 años.
Casa de Félix Cañada (2013) |
Hoy está entre nosotros en el cementerio, en un nicho sin lápida
con su nombre sobre yeso.
Daniel Vallés Turmo, 4 de enero de 2019