Recorrido exploratorio de 12 kilómetros de 4 horas (ida y vuelta) por la loma que lleva a Torruella y Abenozas.
Ruta Curce de Centenera a Abenozas |
El motivo de esta ruta es un post sobre la invasión de Abd-al-Malik en 1006 que mencionaba esta posible ruta para invadir Nocellas, Raluy y Roda.
Se deja el coche en el desvío a Abenozas de la carretera que lleva a Centenera para subir por una pista lomera entre pinos y carrascas.
A los 2 kilómetros comenzamos a ver los castillos de Erdao y Fantova hacia el este. Se construyeron para defender el condado de Ribagorza tras la invasión en 908 del rey de Huesca Al-Tawill.
Castillos de Erdao y Fantova |
Al de Fantova se puede ir en coche por pista asfaltada. Vale la pena. Luego podemos seguir hacia el Isábena siguiendo la línea de fortalezas.
Siguiendo la pista el primer poblado que nos encontramos es Torruella de Aragón, que está despoblado.
Torruella de Aragón |
Subiendo vamos ganando perspectiva a ambos lados de la loma hasta que nos encontramos Abenozas a casi 1.200 metros habitado por una casa.
Abenozas |
Siguiendo la pista llegaremos a la Virgen de los Baños, lugar de Romería de Torruella, Aguilar y Abenozas de este lado de la Sierra de Eslodomada. Del otro lado, subían de Bacamorta, Nocellas y Merli. Mi abuela materna, María Barrabés Espuña, era de Merli. Ver el camino en la ruta Merli a Abenozas.
Al bajar, anocheciendo, me encuentro a un joven con el rostro moreno en un caballo blanco que vive en una cabaña en el bosque. Es un encuentro casual que enriquece la exploración. Se para sonriente y hablamos.
Encima del caballo me parece enorme y empatizo el terror de los pobladores ante aquellos guerreros en caballo mil años atrás. Le pregunto por las rutas que hace. Siguiendo la pista llega a Bacamorta bajando la sierra. Sin embargo, la ruta de la cabañera por Erdao hacia Merli no la ha hecho porque es muy pendiente para el caballo.
Desciendo anocheciendo por la pista pensando en la vida de este joven en el bosque. Al comentar la excursión con mi tío José María me comenta que en 1949 acompaño a un transportista a comprar animales de tiro por estos pueblos cuando comenzaban a abandonarse.
Daniel Vallés Turmo, Enero de 2013